“Desigualdad social, corrupción e impunidad: oportunidad para el cambio de rumbo” Jesús Roldán Acosta

“Frecuencias”

Temas recurrentes de campañas electorales son los relacionados con la “desigualdad social y la corrupción” -aunque cuando los políticos, al lograr su cometido de arribar a cargos públicos- los abandonen.

Muchos “representantes populares” se sienten “portadores de la verdad”, sobre todo de aquellos políticos que desean y anhelan permanecer en el poder, sin trascender de manera pro-activa y positiva para sus representados.

Claro y esquemático ejemplo acerca de la desigualdad social lo observamos en México, donde poco más de 25 millones de personas sobreviven en situación de pobreza alimentaria, con ingresos muy por debajo de la línea d pobreza; 55 millones de mexicanos padecen hambre. Según el CONEVAL, 79 millones de personas son pobres. Además, 70 millones de ciudadanos no tienen derecho a la Seguridad Social.

En cuanto al tópico de la desigualdad social, ésta proviene de la extrema riqueza, donde el 1% de la población posee la mayor parte de la riqueza mundial, eso trae enormes consecuencias de movilidad social, de por sí ya bastante colapsada, pese a que las naciones presuman de profesar la “democracia”.

El vocablo de la”democracia” ha sido transgredido una y múltiples ocasiones, en todas las naciones; incluyendo a los Estados Unidos de América (EUA).

De acuerdo con lo expresado por el reconocido politólogo estadounidense y profesor-investigador del Instituto Tecnológico de Massachussetts (MIT), el doctor Noam Chomsky, existen una serie de principios claros relacionados con la concentración de la riqueza del poder y que toman cuerpo a manera de  las des-regulaciones, a su vez, en beneficios para las corporaciones que apoyan con recursos financieros en las campañas electorales, eso se traduce en reglas de medidas políticas y de bienestar para unos cuantos.

Lo anterior genera un progresivo círculo vicioso para el desarrollo social.

Adicionalmente, como bien señalara Adam Smith -autor del libro:”La riqueza de las naciones”-, los grandes capitales de su época eran los mercaderes y poseedores de grandes fortunas eran llamados “maestros de la humanidad”; éstos tenían los privilegios de poseer y controlar todo para ellos y nada para los demás.

Aspectos similares suceden actualmente en todo el globo terráqueo, que se acompaña de la reducción de espacios de la vida democrática. Es más se “moldea la ideología”; se re-diseñan las economías, aumentando las instituciones financieras e incrementando con creces sus ganancias.

Otra serie de factores se refleja en la Inseguridad laboral, ésta es buena para las empresas, de esa manera la gente está más controlada y puede ser mejor manipulada.

Otro de los principios que se ajusta al gran capital es atacar a la solidaridad social, ocuparse de los demás.

Por otra parte, las empresas reguladas acaban poseyendo a los reguladores. Eso sucedió  en EUA en el año de 1999, cuando el gobierno acabó pagando y subsidiando a grandes corporaciones que se encontraban en seria crisis financiera.

Algo parecido sucede en la administración del presidente norteamericano Donald Trump, al facilitarle a los grandes conglomerados de ese país  la considerable reducción en el pago de las tasas impositivas; por el contrario, los contribuyentes regulares, que son los muchos,no les corresponderá ese tipo de beneficio.

Ejemplo, en el caso de las inversiones, quienes crearon y fomentaron las crisis financieras ahora son más ricos. En México algo similar ocurrió con el Fobaproa (Fondo Bancario para la Protección del Ahorro); es decir, se le otorgó mayor poder económico a un reducido grupo de personas.

“Mantener a la ´plebe´ bajo control”.

Fue en la época de la década de los ochenta con Ronald Reagan como presidente y en los noventa, con George W. Bush (padre), cuando tomó mayor fuerza la embestida empresarial en contra de los Sindicatos de esa nación, al grado de que -a la fecha- no pasan del 7% las empresas estadounidenses que cuentan con empleados sindicalizados y las desigualdades salariales de los trabajadores han aumentado.

Como “espejo”, suceden aspectos muy parecidos en nuestra nación, con el sometimiento de la clase trabajadora, vía la co-optación de los funestos líderes sindicales, sobre todo en las mayoritaria y principales organizaciones sindicales alineadas al sistema político mexicano (CTM,CROC, CNC), entre otras, a manera de otorgarles múltiples prebendas sea en efectivo o en especie (cargos de elección popular).

“Fabricar el consentimiento”.

Controlar la mentalidad de las personas en términos de moldear actitudes, es uno de los indicadores que prevalece en gran parte de la comunidad internacional.

En ello participa activamente la industria de las Relaciones Públicas y de la Publicidad. Como de manera acertada afirmara el economista británico Thornstein Veblen acerca de “fabricar al consumidor”, que no es otra cosa que atrapar a los consumidores en el consumo de modas, así como de hacerlos partícipe en los denominados fenómenos  colectivos o “distractores sociales”.

En apoyo de lo antes expuesto,conviene mencionar que el renombrado comunicólogo y estudioso progresista del Siglo XX, Walter Lipman llegó a considerar que, “en la democracia, la gente debe ser un espectador y no participante directo”. Éste también  llegó a señalar que “el público debe ser puesto en su lugar para que unos cuantos se encarguen de la democracia”.

El punto básico de ese concepto se sustenta en crear consumidores desinformados y que tomen decisiones irracionales, a menudo en contra de sus propios intereses personales.

Puesto lo anterior en la óptica de los Partidos Políticos y de sus candidatos a cargos de elección popular, notamos que los grandes intereses privados y de las empresas, al apoyarles, luego sacan beneficios de las legislaciones y regulaciones que más les convenga y marginan al público y a los ciudadanos

en general.

“Marginar a la población”.

El mismo Adam Smith opinó que era algo así como: “todo para mí y nada para los demás”.

Ejemplo claro se observa con que cerca del 70% de la población no influye en el proceso de tomas de las decisiones de políticas públicas. La gente lo sabe y no ejerce acciones constructivas para enmendar ello.

Muchas veces actúan de manera airada,con acciones aisladas, sin grandes presiones contra el sistema político. Salvo lo ocurrido en México,con el famoso efecto del “gasolinazo” y en Estados Unidos contra  Donald Trump y sus medidas anti populares y por demás racistas.

 Ahora bien, en lo que concierne al tópico de la corrupción que envuelve en muchos aspectos de la vida y sociedad mexicana conviene señalar la oportuna y válida aportación del escritor Héctor Aguilar Camín, en cuya columna “Día con Día” (Milenio, 17-04-2017, p. 3) comentó que…”Los gobernantes necesitan sólo la aprobación de sus Congresos locales para desviar importantes fondos federales, sobre endeudándose y financiar ilícitamente campañas electorales, enriqueciendo a sus clientelas y así mismos, con todo tipo de contratos, concesiones, obras fantasmas, burdas sobre facturaciones o refinadas ingenierías financieras”.

Como las que se encuentran en cierne de efectuarse el mes próximo en las entidades federativas siguientes: Estado de México, Nayarit y Coahuila. Adicionalmente, tendremos las elecciones federales del año próximo.

O lo que es lo mismo, son los excesos cotidianos de muchos gobiernos locales que por su nivel de recurrencia, forman parte de los “usos y costumbres” de los actos de “gobernanza” de las entidades.

Se sabe que la “autonomía y discresionalidad” con el que los gobiernos estatales ejercen sus finanzas públicas, donde dicho sea de paso, la mayor parte de los recursos (fondos) que reciben provienen de la Federación.

Si sumamos los anteriores tipos de fechorías que corroen y aniquilan a las sociedades, en tanto que existen muchos actos de corrupción y de la acompañada impunidad. Hace que nuestro país, de acuerdo con recientes datos publicados por el “Índice Global de Impunidad”, le ubican a nuestra nación en el deshonroso segundo lugar a nivel mundial (99%), por abajo de Filipinas.

En síntesis, de lo anteriormente expuesto, se colige que en todos los frentes y campos de acción ciudadana deberemos hacer acelerados y profundos cambios en asuntos relativos a la desigualdad social, la corrupción e impunidad, si de verdad se pretende avanzar como nación.

@JROLDANA

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