La Dirección de Protección contra Riesgos Sanitarios de la Secretaría de Salud, encabezada por Samuel García Sánchez, ha intensificado la vigilancia sobre los establecimientos dedicados a tatuajes, micropigmentación y perforaciones corporales en el estado.
En lo que va del año, se han recibido 30 denuncias ciudadanas, de las cuales derivaron 3 suspensiones por incumplir con la normativa sanitaria, principalmente la falta de tarjeta de control sanitario. Las sanciones incluyen multas que oscilan entre 15,000 y 25,000 pesos.
Actualmente, existe un padrón oficial de 102 establecimientos registrados en el municipio de Querétaro y la zona conurbada. Para operar legalmente, los tatuadores deben contar con un aviso de funcionamiento en la plataforma Digipriz y una tarjeta de control sanitario con vigencia de dos años, renovable 30 días antes de su vencimiento.
La supervisión se realiza bajo dos modalidades:
- Visitas regulares programadas, enfocadas en higiene, uso de material desechable, manejo de residuos peligrosos biológico-infecciosos (RPBI) y cuestionarios de salud para clientes.
- Verificación por denuncia, que tiene prioridad y permite detectar negocios que operan sin permisos.
El titular de la dependencia subrayó que no existe una “lista negra” de tatuadores, ya que el padrón solo incluye a quienes cumplen la normativa. Los negocios ilegales se identifican principalmente mediante denuncias ciudadanas.
En eventos como la Expo Tatuajes, la autoridad realiza recorridos aleatorios para verificar el cumplimiento de requisitos, en coordinación con la Federación de Micropigmentadores y Tatuadores.
“Las medidas de seguridad buscan proteger la salud de los usuarios y garantizar que los establecimientos cumplan con protocolos de higiene y acreditación”, señaló García Sánchez.
La autoridad sanitaria planea reforzar la validación de certificados de capacitación, asegurando que sean legítimos y no simples constancias de asistencia, con el fin de elevar la rigurosidad del proceso de acreditación
