Urge Regulación de Tatuajes en Querétaro por Riesgos de Salud

En Querétaro, los tatuajes se han popularizado en los últimos años, pero junto con su auge también ha aumentado el número de casos de infecciones y reacciones alérgicas en la piel, lo que ha generado preocupaciones entre especialistas en salud y autoridades locales. Según Marina Martínez, presidenta de la Asociación Queretana de Dermatología, un 30% de la población tiene tatuajes, pero hasta el 20% de quienes se someten a estos procedimientos experimentan infecciones superficiales o reacciones alérgicas. Además, hasta el 40% de los tatuados se arrepienten de haberse realizado este procedimiento.

Las autoridades y especialistas coinciden en la urgente necesidad de una regulación más estricta para los establecimientos dedicados a la realización de tatuajes. “No hay un padrón de lugares o personas que se dediquen a estos procedimientos”, explicó Martínez. A pesar de que en teoría los establecimientos deberían contar con permisos y regulaciones sanitarias, en la práctica no existen controles adecuados sobre la correcta utilización de materiales estériles, ni sobre el manejo adecuado de los desechos generados, como agujas y tintas.

En este contexto, la Fundación “Siempre habrá un milagro” ha propuesto una reforma a la Ley General de Salud, en su artículo 268 bis-1, que prohíbe la realización de tatuajes y perforaciones a menores de 18 años, incluso con el consentimiento de los padres. La iniciativa será presentada en el Senado, y se espera que tenga una respuesta positiva para prevenir riesgos para la salud de los menores.

Desde 2018, la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (Cofepris) ha detectado más de 500 casos de infecciones cutáneas relacionadas con tatuajes. En Querétaro, la Secretaría de Salud registró 47 casos de infecciones bacterianas post-tatuajes en 2022, y el hospital general reportó que el 12% de los adolescentes tatuados en 2021 tuvieron reacciones alérgicas. Además, expertos alertan sobre el riesgo de transmisión de enfermedades como hepatitis y VIH a través de procedimientos de tatuaje no estériles.

Alejandra Medina, alergóloga, recalcó la importancia de que los establecimientos cuenten con licencias de funcionamiento y sigan estrictos protocolos de seguridad e higiene. “Es necesario que no solo se supervise a los lugares dedicados a tatuajes, sino también a aquellos que realizan delineados con tatuajes, ya que muchos de estos negocios no tienen certificación ni cumplen con las normativas de salubridad”, señaló.

La propuesta de reforma también busca que las autoridades federales, estatales y municipales redoblen esfuerzos en la supervisión de los establecimientos de tatuajes y perforaciones, implementando operativos para evitar el clandestinaje de estos servicios. Asimismo, se solicita la realización de campañas educativas para informar a la población sobre los riesgos que conlleva este tipo de procedimientos.

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