Los comerciantes establecidos en el Centro Histórico de Querétaro han manifestado su apoyo a la intervención de las autoridades municipales para retirar a los vendedores informales que ocupan espacios no autorizados, destacando la necesidad de regular el comercio en la zona. Este respaldo se ha intensificado tras los recientes enfrentamientos ocurridos el pasado sábado, cuando inspectores intentaron hacer cumplir la normativa, generando una confrontación que terminó en agresiones.
Laura Campos, representante de este grupo de comerciantes, enfatizó la importancia de restablecer el orden en el primer cuadro de la ciudad. Campos y sus colegas sostienen que la presencia desmedida de comerciantes ambulantes, específicamente un grupo liderado por Paula Porfirio, ha causado caos y afecta significativamente sus ventas, las cuales han caído hasta en un 90%.
En respuesta a la situación, los comerciantes llevaron a cabo una reunión donde se leyó un pronunciamiento conjunto rechazando la violencia y exigiendo que se aplique la ley de manera equitativa. Aseguran que su postura no es discriminatoria, sino que busca preservar un espacio de comercio formal, respetando los derechos de todos los involucrados.
Los testimonios de comerciantes como Luisela Ramírez, de origen oaxaqueño, y Ángel Vicente, artesano indígena, resaltan la necesidad de abordar este conflicto desde una perspectiva de respeto y regulación, alejando la narrativa de victimización y fomentando una convivencia armoniosa en el Centro Histórico.
