La Universidad Autónoma de Querétaro (UAQ) ha identificado recientemente tres casos de ciberacoso en sus planteles de nivel medio superior, según informó la rectora Silvia Amaya Llano. Los casos detectados se registraron principalmente entre estudiantes y han sido atendidos mediante los mecanismos establecidos por la institución para garantizar la seguridad e integridad de su comunidad.
“El problema se presenta principalmente en los bachilleratos. Contamos con áreas de apoyo y trabajamos desde la prevención, impartiendo talleres y pláticas de sensibilización para erradicar conductas que lastiman a nuestra comunidad”, declaró la rectora.
Una de las estrategias clave implementadas por la UAQ ha sido la creación de la “Escuela para Padres”, cuyo objetivo es fomentar un entorno colaborativo entre familias e institución para prevenir la violencia desde el núcleo familiar.
En los casos detectados, el ciberacoso se manifestó sobre todo a través de la difusión no autorizada de imágenes íntimas, lo que ha causado afectaciones emocionales y psicológicas a las víctimas. Ante estas situaciones, la universidad brinda atención integral y cuenta con una normativa que permite sancionar las conductas indebidas.
Cuando se presenta una denuncia formal entre estudiantes, se activa la Comisión Instructora, integrada por personal legal y académico, que se encarga de reunir evidencias y emitir una recomendación. Posteriormente, la Comisión de Justicia, con representación de todas las facultades, determina la sanción correspondiente. Finalmente, el Consejo Universitario ratifica la decisión, la cual puede ir desde una suspensión de una semana hasta la expulsión definitiva.
“Lo último que recuerdo es que tenemos tres casos que han terminado en sanciones fuertes, como destitución o suspensión”, añadió Amaya Llano. Aunque la mayoría de los casos ocurren entre pares, también se han presentado situaciones entre docentes y estudiantes.
En los casos en los que el agresor es un profesor, las sanciones pueden incluir la suspensión o incluso la rescisión del contrato laboral. La rectora también indicó que en algunos casos, dependiendo de la gravedad, se ha dado parte a la Fiscalía General del Estado.
“Recuerdo un caso particularmente delicado en el que estuvieron involucrados menores de edad y un adulto, aunque no era profesor, sino personal administrativo. El caso fue por un tipo de acoso sexual”, puntualizó.