México y Estados Unidos anunciaron un acuerdo para garantizar las asignaciones de agua del Río Bravo correspondientes al actual ciclo de entregas, que inició en 2020 y concluirá el 24 de octubre de 2025.
En un comunicado conjunto, ambos gobiernos reafirmaron su compromiso con el Tratado de 1944, instrumento que ha sido clave para el desarrollo de la frontera norte. Como parte del acuerdo, México se comprometió a implementar acciones inmediatas para mitigar un posible faltante de agua, incluyendo transferencias anticipadas y medidas específicas durante la próxima temporada de lluvias.
El objetivo principal de estas acciones es asegurar el abastecimiento de agua para consumo humano en las poblaciones mexicanas que dependen del caudal del Río Bravo. Las medidas fueron acordadas en reuniones técnicas bilaterales y serán formalizadas a través de la Comisión Internacional de Límites y Aguas (CILA), en coordinación con la Comisión Nacional del Agua (CONAGUA).
Adicionalmente, ambos países trabajarán en la elaboración de un plan de trabajo para garantizar el cumplimiento de los compromisos en el siguiente ciclo de entregas, que incluirá consultas anuales de alto nivel.
México y Estados Unidos coincidieron en que el Tratado de 1944 ha resultado benéfico para ambas naciones, por lo que no consideran necesaria su renegociación.
