Después de 15 años de incertidumbre, las familias de dos personas desaparecidas en una mina del municipio de San Joaquín finalmente recibieron sus restos, gracias a un trabajo forense e interinstitucional encabezado por la Fiscalía General del Estado (FGE) de Querétaro.
Los restos fueron localizados en el interior de la mina Calabacillas, en la comunidad de San Cristóbal. La zona, de difícil acceso y condiciones complejas, fue escenario de un operativo de recuperación en el que participaron peritos especializados —incluyendo antropólogos forenses—, elementos de Bomberos del Estado, Protección Civil municipal y mineros locales.
Tras la apertura de una carpeta de investigación, el Servicio Médico Forense realizó estudios genéticos que permitieron la identificación plena de los cuerpos mediante coincidencias positivas con perfiles de familiares, lo que posibilitó su entrega digna a los deudos.
Durante el proceso, se activaron los protocolos de atención a víctimas a través de la Comisión Ejecutiva de Atención a Víctimas y el área de Trabajo Social de la FGE, proporcionando acompañamiento integral a las familias.
