Querétaro enfrenta un preocupante aumento en los casos de niños y adolescentes expuestos a ciberdelitos y problemas de salud mental derivados del uso excesivo e inseguro del internet. Así lo informó Manuel Hernández Rodríguez, Titular de la Procuraduría de Protección de Niñas, Niños y Adolescentes (PPNNA) en el estado.
Según datos proporcionados por la dependencia, en 2023 se detectaron 30 casos de menores de edad afectados por ciberdelitos canalizados a través de la línea de emergencia 911. Sin embargo al cierre del 2024 la cifra aumentó a 79. Los principales delitos identificados incluyen grooming (acoso por parte de adultos con fines de abuso sexual), sexting (envío de imágenes de índole sexual), y ciberacoso.
“De los niños institucionalizados, 254 han sido detectados con factores de riesgo emocional y de salud mental. Además, los casos que se han identificado como susceptibles a ciberdelitos oscilan en edades de 9 a 13 años, siendo las niñas las principales víctimas”, detalló Hernández Rodríguez.
La Procuraduría trabaja en coordinación con la Policía Cibernética y la Fiscalía para investigar los casos y brindar atención a los menores afectados. A pesar de estos esfuerzos, se destaca la urgencia de fortalecer la prevención mediante la regulación del acceso a internet y el control parental en el uso de dispositivos móviles.
“Lo que se busca con la Ley de Protección de la Niñez es establecer un mayor control en el acceso a plataformas digitales, pero también es fundamental la colaboración de los padres para supervisar y conocer los riesgos del uso del internet sin vigilancia”, subrayó el procurador.
El impacto del uso descontrolado de dispositivos digitales también se refleja en la salud mental de los menores. Entre los 259 niños y adolescentes bajo resguardo del DIF en el albergue Carmelita Ballesteros, se han identificado casos de ansiedad, depresión, ideación suicida, autolesiones, adicciones, conductas hipersexualizadas y trastornos de la conducta.
Asimismo, se registraron dos casos en los que menores fueron institucionalizados después de haberse relacionado con adultos a través de redes sociales. “Inicialmente, estos casos surgieron por problemas de violencia familiar, pero derivaron en un contacto cibernético que puso en riesgo a los adolescentes”, explicó el funcionario.
Ante esta situación, la PPNNA insiste en la necesidad de que los padres implementen controles de seguridad y supervisión en el uso del internet por parte de sus hijos, con el objetivo de reducir los riesgos asociados al ciberespacio y proteger su bienestar emocional y físico.
