El presidente del Colegio de Ingenieros Civiles de Querétaro (CICQ), Ing. Pablo Talamantes Contreras, expresó su respaldo al proyecto hídrico El Batán, destacando su importancia como una solución innovadora basada en el uso de agua circular, una práctica ya implementada exitosamente en países como Singapur, Israel, Estados Unidos y España.
En entrevista, Talamantes recalcó que el principal reto será la concientización de la sociedad, pero pidió no tener miedo a esta propuesta. “Esto no es nuevo. El agua circular es algo que ya existe en muchas partes del mundo”, afirmó, recordando que el reúso de agua potable ha sido clave en la gestión hídrica de regiones con severas crisis de abastecimiento.
El ingeniero explicó que el problema del agua en Querétaro no es reciente y tiene antecedentes desde el uso de acequias, la construcción del Acueducto y posteriormente del Acueducto II. “Si no se hubiera construido el Acueducto II, Querétaro estaría en crisis permanente”, aseguró. En este contexto, sostuvo que la iniciativa de El Batán representa la evolución lógica y necesaria ante la cancelación del proyecto Acueducto III, debido a disputas interestatales por el manejo del recurso.
El presidente del CICQ señaló que el gremio espera que la Comisión Estatal de Aguas (CEA) les presente formalmente el proyecto en los próximos días, para conocer a fondo los detalles técnicos. Subrayó además que el proyecto ya cuenta con respaldo nacional e internacional. “Me da gusto que Querétaro haya levantado la mano para una cosa grande. El Batán va a ser la punta de lanza a nivel nacional e incluso en Latinoamérica”.
Talamantes hizo hincapié en que el reúso de agua ya se realiza en países líderes en innovación hídrica. “En Singapur, Estados Unidos, Israel, España, Australia y Sudáfrica se reutiliza agua tratada, incluso para recarga de acuíferos y consumo humano. No es algo que deba generar temor, sino que debe abordarse con educación e información”.
Indicó que es indispensable un programa de capacitación y sensibilización ciudadana para garantizar la aceptación del proyecto. “La aceptación social varía según el país, pero en todos ha sido posible avanzar. En Querétaro no podemos quedarnos atrás si queremos seguir siendo una sociedad moderna”.
Finalmente, recordó que diariamente llegan 120 familias a Querétaro, lo cual implica una presión constante sobre los recursos hídricos. “No es porque se hagan mal las cosas, al contrario, llegan porque ven un nicho de oportunidad para quienes quieren trabajar en pro de Querétaro”, concluyó.
