¡ACTÚAN SIN RESPONSABILIDAD! ALFIL

TRAS LA VERDAD

Se fueron sin responsabilidad alguna los diputados de la LVII Legislatura, a pesar de haber cometido abusos y excesos. No hay autoridad que pueda o quiera juzgarlos. Así de simple. Dejaron sin incrementos salariales al personal, expidieron constancias falsas, despidieron sin justificación a personal y para concluir se incrementan desproporcionadamente su dieta.

Y no pasa nada ¿Por qué o quién los asesoró para actuar de esa manera? ¿Se sintieron dueños o propietarios de todos los recursos del Poder Legislativo? También hicieron lo que quisieron con el marco normativo, vendiendo a los medios de comunicación la información que hicieron maravillas. Nada de eso fue en realidad.

Pero, no se les podía criticar, su furia la enfilaban hacia el crítico; permeo la “política del putarraco”: hay que madrear a ese reportero. Y buscaban la manera de hacerlo de uno u otra forma conseguían en objetivo; en su caso pedían el apoyo de quien dirigía la política de comunicación en el Estado, el advenedizo que se encumbró hasta llegar a gobernador sustituto.

Derivado de lo anterior, los actuales legisladores que componen la LVIII Legislatura, la mañana de este miércoles, por medio de los integrantes de la Junta de Concertación Política, revocaron el acuerdo del brutal incremento de 1as dietas a los diputados, pasando de 47 mil pesos mensuales, a más de 80 mil ¡Ah bárbaros! Aquellos que lo hicieron, ejecutaron su acuerdo a unos días de haberse desarrollado las elecciones; sí, una vez que supieron quiénes ganaron y quiénes perdieron las elecciones. Pareció ser un botín de guerra a repartir.

De tal suerte que aquellos diputados se despacharon toda clase de “prestaciones laborales” que tienen los empleados de gobierno por medio del Contrato Colectivo de Trabajo y más. Su “finiquito” fue tomando en base a la dieta; sí, los más de 80 mil pesos; el fondo de ahorro, igualmente; y así sucesivamente. De tal manera que duplicaron sus ingresos en los últimos 3 meses, según la información oficial.

El primero de los diputados en inconformarse con esta medida “draconiana”, fue Eric Salas González. Al hablar de la “cloaca” aseveró a los medios que él no aceptaría el desproporcionado incremento a la dieta -entiéndase salario-, que lo dejaría para destinarlo como apoyo a la gente que sí necesita de recursos materiales.

Y es que los ingresos económicos que reciben los diputados se forman con la dieta, por presidir comisión, por representar a grupo o fracción legislativa, prerrogativas y más, llegando a sumar miles de pesos mensuales. Pero, la trampa consiste en el “salario o dieta”, es baja en comparación con el salario de directores hacia arriba; sí, un representante popular gana menos que un director; lo que no se difunde es que reciben mucho más dinero por otros conceptos.

De ahí que al término de la pasada legislatura, a los abusivos no les quedó de otra que incrementarse la dieta para recibir lo que “merecieron” durante tres largos años de arduo trabajo legislativo.

Luego entonces, empiezan bien estos legisladores al “echar pa´ tras” una de las arbitrariedades de aquellos diputados que abusaron del poder que el pueblo les delegó por medio del voto popular y desperdiciaron por las vanas y aviesas ambiciones del dinero público, que actuaron sin responsabilidad alguna y conscientes de ello, no pueden ser juzgados.

Lo interesante, además de lo comentado, pregunta ¿Qué harán los dos exlegisladores que se jubilaron y ya recibían el incremento “dietético”, se les eliminará o se les dejará gozar de lo que ellos no permitieron a muchos de los empleados? Veremos que sucede.

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