¡ARISTEGUI SE RESISTE A PERDER!

TRAS LA VERDAD

En el mes de abril del 2014 inició la pesadilla periodística, política y penal en contra de Cuauhtémoc Gutiérrez de la Torre, ahora exlíder del PRI en el DF. En el programa radiofónico que entonces dirigía Carmen Aristegui, daba a conocer la noticia por medio de golpe mediático en donde informaba que el líder del PRI, tenía su negocio de trata de personas en el seno de las oficinas de su partido.

 La noticia se convirtió en viral. Había una “testigo” protegida –anónima- de Aristegui que afirmaba y daba detalles de cómo trabajaba la red de prostitución Cuauhtémoc Gutiérrez al interior del defeño PRI. Se inició la cacería en contra del exlíder y el ahondamiento del desprestigio del PRI, como parte del objetivo de Aristegui. Las redes sociales se llenaban de calificativos, denostaciones, agresiones en contra de Gutiérrez y todo lo que oliera a su partido era agredido.

 Sin embargo, Claudia Priscila Martínez González –la testigo protegida de Aristegui- quien era identificada como la supuesta enganchadora de mujeres para la presunta red de prostitución de Cuauhtémoc Gutiérrez de la Torre, declaraba que le pagaron para hacerle un escándalo al ahora exdirigente del PRI en el Distrito Federal. Y en declaración ministerial, del 14 de abril, ante la Fiscalía para Asuntos Especiales y Electorales de la Procuraduría de Justicia del Distrito Federal, Martínez, confesó que una mujer, quien dijo llamarse Maribel le pidió hacerle un escándalo a Gutiérrez de la Torre.

 La misma persona que inicialmente presentó como anónima Carmen Aristegui -en su programa radiofónico- era identificada como la supuesta enganchadora de mujeres para Gutiérrez de la Torre; confesó que le pagaron 30 mil pesos en 60 billetes de 500 pesos para dejarse grabar: “Ensayábamos y grabábamos”. Esta información fue difundida la mañana de este 8 de mayo por Ciro Gómez Leyva. Las cosas no eran pues como las había difundido la periodista Aristegui.

 La Procuraduría del DF, ante la presión social y periodística, se dio a la tarea de iniciar una investigación en contra del denunciado; 300 declaraciones y más de 500 pruebas fueron recabadas para demostrar la presunta responsabilidad del inculpado. Sin embargo no hubo elementos para demostrar la figura delictiva del delito de trata de personas y lenocinio. Por supuesto tampoco la probable responsabilidad, a pesar de estar vigente la presunción de inocencia por mandato constitucional. Carmen ha continuado con el “golpeteo”, con el desprestigio hacia Gutiérrez; la difamación y la calumnia ahora se configuraban en contra de Carmen.

 Cuauhtémoc Gutiérrez, fue destituido de su cargo partidista por el desprestigio que arrastraba la acusación en su contra y en pleno proceso electoral era una arma mortal en contra del PRI; sobre el presunto la investigación de la Procuraduría del DF. Después vinieron investigaciones periodísticas sobre su vida privada y su “riqueza” acumulada. El objetivo -pareció ser- era destruirlo y refundir en la cárcel al líder del PRI.

 Después de un largo año de acusaciones sin fundamento, se vio en la necesidad de acudir a la justicia federal a fin de que la Procuraduría definiera la situación jurídica del amparista Gutiérrez, de tal suerte que en esta semana que concluyó le fue concedida la protección de la justicia federal y fue así como la Procuraduría del DF, definió que no había delito que perseguir, tampoco la probable responsabilidad, atendiendo al cúmulo de pruebas recabadas en la Averiguación Previa FAE/A/T1/52/14-04 y 4 expediente más. El MP determinó el no ejercicio de la acción penal.

A pesar de esta resolución administrativa fundada y motivada, derivada de una sentencia de amparo, por violar la esfera jurídica de la persona acusada –indirectamente- por Aristegui en su programa radiofónico, la periodista se resiste a perder su “investigación” y ha invitado a su programa a infinidad de personas para inculpar a Gutiérrez. Ahora involucra a la líder de la Coalición Regional contra el Tráfico de Mujeres y Niñas en América Latina y el Caribe (CATWLAC), Teresa Ulloa, y el presidente del PRD en el DF, Raúl Flores, con el argumento de que no es preciso dar por hecha una exoneración; que, quien presentó la respuesta al juez fue Ministerio Público, pero la Procuraduría del DF no ha tomado aún una postura final. Esta actitud periodista confirma la “necedad” de la periodista de responsabilizar a quien ella “investigó” de los delitos que ella dice cometió Cuauhtémoc Gutiérrez.

Finalmente, si bien jurídicamente el MP no puede exonerar a nadie en uso de sus atribuciones, lo cierto que tampoco puede ejercitar acción penal en contra de una persona en contra de la cual no hay pruebas para sostener una acusación de naturaleza penal y por tanto ilícita. Pero ¿Acaso no le resulta responsabilidad a Carmen Aristegui por armar el montaje periodístico en contra de un inocente? Por supuesto que sí. Ahora quedará a cargo de Gutiérrez si endereza o no acusación en contra de quien lo inculpó dolosamente. Lo cierto que Carmen se resiste a perder su investigación periodística; pagada o no, no quiere caer en más desprestigio profesional; por lo pronto el desprestigio la acompaña.

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