Cómo prevenir un golpe de calor

La Secretaría de Salud del estado de Querétaro informa a la población qué hacer ante un golpe de calor y emite recomendaciones para evitarlo.

El organismo humano funciona a 37ºC y es bastante sensible a las variaciones externas. Para ello, dispone de mecanismos que regulan la temperatura, como el sudor, y distribuyen el calor mediante la sangre y lo expulsan hacia el exterior.

Cuando se sufre un golpe de calor la temperatura corporal sube por encima de los 40ºC y se pierden abundantes líquidos corporales. Todo ello eleva las probabilidades de padecer daños neurológicos, incluso, de morir.

Las personas mayores de 65 años de edad y los niños menores de seis años son más vulnerables, así como los turistas que viajan de zonas frías a países más cálidos. También las personas con alguna discapacidad física o psíquica, los enfermos crónicos y los pacientes cardíacos tienen más probabilidad de sufrir un golpe de calor.

Entre los síntomas más importantes que indican un golpe de calor son:

  • Mareo.
  • Confusión, desorientación.
  • Sudoración excesiva al principio, con posterior falta de sudor.
  • Enrojecimiento y sequedad de la piel.
  • Fiebre con temperatura corporal de más de 39.4ºC (llegando hasta los 41ºC).
  • Comportamiento inadecuado, por ejemplo, comenzar a quitarse ropa sin importar el sitio donde se encuentre.
  • Aceleración del ritmo cardíaco con latido débil.
  • Dolor de cabeza.
  • Inconsciencia.
  • Convulsiones.

Los signos de alarma, ante un golpe de calor son: piel que se siente caliente y seca, pero no sudorosa; confusión o pérdida del conocimiento; vómitos frecuentes; falta de aire o problemas para respirar. Si se presenta alguno de estos síntomas, se recomienda acudir de inmediato al centro de salud más cercano.

Al identificar que una persona está sufriendo un golpe de calor, es necesario ponerla en un sitio fresco a la sombra y colocarle los pies en alto. Llamar al teléfono de urgencias. Desvestir a la persona e intentar disminuir la temperatura corporal, colocando tela mojada o hielo en las axilas o ingles.

Si es posible, mover a la persona afectada a zonas con aire acondicionado o ventilador. Si tiene una temperatura superior a 40ºC, bañarla con agua fría hasta llegar a 38ºC. En ese momento se debe dejar de aplicar frío para evitar posibles hipotermias. Controlar cada 15 minutos la temperatura, para que en el caso que suba someterle a tratamientos más fríos.

Para prevenir un golpe de calor se debe evitar hacer ejercicio o la actividad intensa en horas de pleno calor. Las personas mayores deben permanecer en casa durante estas horas. No es conveniente quitarse la camisa si siente calor y está al sol, ya que el tejido retiene humedad que desaparece al quitarla. Nunca realizar deporte o caminatas solo, siempre hacerlo al menos con alguien más para que uno de los dos atienda al otro en caso de un golpe de calor.

Asimismo, no exponerse demasiado al sol durante los primeros días que inician las altas temperaturas. No beber alcohol ni excitantes, ya que aumentan el metabolismo, y con ello, la temperatura corporal. Evitar las comidas grasas, su digestión proporciona más calorías al organismo. También evitar comidas muy calientes.

Es importante beber abundantes líquidos, aunque no se sienta sed. Vestir con ropa ligera, clara y de algodón, que permita la transpiración -las fibras acrílicas dificultan la transpiración y retienen más calor-. Aclimatarse gradualmente al calor, dejar que el cuerpo se acostumbre a los cambios de temperatura. Comer comida ligera y fresca, de ser posible alimentos vegetales, naturales, crudos (ensaladas, frutas y verduras).

No permanecer en vehículos estacionados o cerrados. Tomar descansos si se realiza trabajo o ejercicio físico duro. Ante la presencia de mareo, dejar de trabajar y descansar un rato a la sombra. En casa, intentar mantener el interior fresco y bien ventilado.

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