Educación virtual generó retroceso y estrés: investigación alumnos de UMx

Para la mitad de los estudiantes de nivel secundaria en Querétaro, la experiencia de estudiar en línea ha sido complicada, al considerar que no tuvieron un aprendizaje adecuado; destaca la investigación desarrollada por los alumnos de la carrera de Educación con Enfoque en Inclusión de la Universidad Mondragón México (UMx).

De acuerdo con el trabajo realizado por Esperanza Arreola, Heberto Cavazos, Stephanie Escañuela, Carla Hernández, Yuzuet Herrera, Mariely Partida, Aixa Serrano y Ana Terrazas, 80% de los estudiantes encuestados no les gustó la experiencia de estudiar en línea y 50% indicaron que a pesar de entrar a clases y entregar tareas, no aprendieron lo suficiente.

Incluso, seis de cada 10 de los participantes en el estudio “Enseñar y Aprender en Tiempos de Pandemia” (dirigido por la profesora Claudia Romo de la UMx), argumentaron que se sienten estresados por las largas jornadas y 70% dijeron estar interesados en recibir algún tipo de apoyo adicional para su formación.

Heberto Cavazos, miembro del equipo de investigación, destaca que una de las declaraciones constantes en todas las entrevistas que realizaron entre alumnos, profesores y padres de familia, fue respecto al impacto psicológico que la educación en línea generó, como estrés, fatiga y en algunos casos frustración.

Otro agravante fue la falta de contacto físico, importante para la socialización de los alumnos y docentes, porque no trabajan en sus conexiones interpersonales.

“Además del reto que representa para los estudiantes con diferentes canales de aprendizaje además del visual o auditivo, como el quinestésico, que necesitan más prácticas para afianzar su conocimiento”, complementa el universitario.

Desde la visión de los padres y madres de familia de alumnos de kínder hasta secundaria, la educación a distancia generó un rezago académico en los niños (56%), porque se dispersan fácilmente durante las clases, las jornadas son agotadoras física y mentalmente, y enfatizaron que muchos de ellos, no sabían cómo ayudarlos, pues algunos desconocían el manejo de las plataformas.

Situación a la que hay que agregar, que 87.5% de las familias reportaron haber tenido un impacto económico y social por la pandemia, como recorte salarial o pérdida del empleo. Algunos padres mencionaron que esta modalidad es poco efectiva y definitivamente no inscribieron a sus hijos al ciclo escolar 2020-2021.

Cavazos Adriano señala que la situación es más complicada para las familias de escasos recursos económicos, quienes no cuentan con la capacidad para comprar los equipos tecnológicos adecuados.

Para los docentes, principalmente del sector público, la situación fue complicada pues prácticamente pasaron de la enseñanza presencial a virtual, sin contar con la capacitación, habilidades necesarias y tiempo para una adecuada preparación de clases.

“Durante la fase inicial de la suspensión de clases, no se estableció el modelo a seguir para los docentes y las actividades se centraron en salvar el ciclo escolar 2019-2020”, puntualiza el reporte.
En las entrevistas, 27% de los profesores resaltaron que no contaban con los recursos económicos para comprar una computadora ni las capacidades para dar clases a distancia.

Ocho de cada 10 docentes indicaron que, a pesar de los esfuerzos, si hubo retroceso en los alumnos al trabajar en la modalidad virtual.

Como parte de sus conclusiones, los universitarios de la UMx destacan que, para los alumnos con mayores recursos, este periodo es una oportunidad de experimentación y autonomía en su propio aprendizaje, pero para los niños con bajo desarrollo económico, las oportunidades de aprender serán difíciles de recuperar y lo serán más cuanto más dure el periodo de aislamiento social.
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