“¿Para quién gobierna nuestro presidente?”. Jesús Roldán Acosta.

“Frecuencias”
Según lo expresado por el autor Byung-Chul Han en su interesante estudio intitulado “El arma del tiempo”, la crisis temporal contemporánea no obedece, entre algunos aspectos a la aceleración del tiempo, sino ante la atomización y dispersión temporal (disincronía), en la cual no hay ni ritmo, tampoco rumbo claro que dé sentido.
Ya que el tiempo se diluye, porque nada concluye y todo se experimenta como efímero y fugaz; es un final a destiempo.
Menciono lo anterior para enmarcar lo que en la casi incipiente administración de gobierno de Andrés Manuel López Obrador ese tipo de consideraciones se han estado presentando a tontas y a locas. Pasemos a elaborar una radiografía del presente gobierno.
Hemos de señalar que los ciudadanos mexicanos requerimos de tangibles resultados claves, se necesita un verdadero cambio, dejando a un lado la crisis temporal. Esto ultimo, no lo vemos en México, ni con claridad ni con rumbo definido, donde el gobierno federal encabezado por Andrés Manuel López Obrador (AMLO), aún no da fehacientes, objetivas y mesuradas muestras, acerca de lo que debe ser un verdadero estadista; dando paso a la improvisación y errados tumbos que sólo dislocan cualquier intento de conducir de manera acertada a un país como México.
!Con la conducción y el destino de una nación no se debe jugar!
Sin embargo, hay cabida para la bien ordenada recuperación, limitando en la mejor medida el denominado vacío temporal, propiciado por las presentes acciones u omisiones del gobierno.
A muchos nos queda bastante claro que el presidente López Obrador no ha aprendido a construir un equipo sólido, ni confía en él, no parece que está haciendo eso; o como bien se conoce, en “su estilo personal de gobernar”, frase acuñada al extinto politólogo Daniel Cosío Villegas y ex profesor e investigador que por muchos años laborara en El Colegio de México.
AMLO, ante los ojos de muchos, carece de institucionalidad, sus pronunciamientos y acciones le generan rechazo entre la población mexicana; ésta ya se ha dado cuenta de la ineptitud del ejecutivo federal. Él se ha encargado de dividir a la sociedad mexicana con sus flamígeros epítetos, que no forman parte de pensantes y sesudos discursos; su rupestre y rapaz consigna es sinónimo de “estás y coincides conmigo o no eres capaz y digno de ser un buen mexicano”, una vez más él enfrenta y provoca intestinas consignas que abonan a la desunión del mexicano.
Quienes vivimos en México sabemos – y muchos López obradoristas podrían, o más bien pasan por alto- que nos encontramos en un sexenio de proporciones similares a las de una pesadilla; donde el pernicioso juego “es el nunca acabar”.
El presente gobierno federal, al igual que muchos gobernantes estatales no trascienden sus iniciales proyectos y promesas de campaña y nos hacen creer ilusamente que cumplen; más bien llegan, se desvanecen y se van sin haber dejado positiva huella para beneficio de la población en su conjunto.
Lo que sí funciona bien no se respeta, se inventan, se presentan estúpidas ocurrencias; somos dirigidos por líderes improvisados y ocurrentes, que no ejercen lo básico para cambiar hacia un buen rumbo de esta nación. En suma, la curva de aprendizaje es desbordada por la triste realidad que avasalla, misma que agota y desgasta. Más bien, el ejecutivo federal, con sus constantes yerros confunde, distrae de lo fundamental aniquila a las principales instituciones que han hecho funcionar el motor de la economía nacional.
¿Porqué el presente gobierno se empecina en desgobernar y no trasciende respecto a lo que sí verdaderamente le interesa al común de nuestra población?
En lugar de ésto, las luminarias mediáticas, en muchas ocasiones pagadas mediante los techos financieros de las dependencias federales, y para ser franco, no escapan a ello los gobiernos estatales y se enfocan en los pésimos proyectos que no reditúan beneficio para la mayoría de la gente, erogando enormes sumas de dinero público, erosionando ese recurso hacia las mejoras de infraestructura física urbana y rural.
“Desaceleración de la economía mexicana”.
Estamos en un farragoso proceso de la desaceleración económica nacional, que alerta no sólo a la actual administración pública gubernamental, sino también a los sectores productivos de nuestro país .
No es fortuito que se haya creado un “Fondo de Estabilización de Ingresos Presupuestales”, como mecanismo económico contra cíclico, para tal propósito se cuenta con 280 mil millones de pesos para revertir la desaceleración que encara el sector productivo nacional, que impacta además muy seriamente las finanzas de la empresa Petróleos Mexicanos (Pemex).
Las expectativas de incremento económico de México son aún inciertas, donde el Producto Interno Bruto (PIB) asciende a lo sumo al 1.5%; otros analistas menos optimistas lo ubican en 1.2%.
El sector industrial ha sido el más afectado, acrecentado por una reducción en sólo tres meses de los sectores siguientes:construcción, minería manufactura, generación y distribución de electricidad, gas y agua.
“Inseguridad y violencia en México”.
Ejemplo de lo anterior tenemos y muchos. Según AMLO, se está revirtiendo la tendencia que existía sobre los homicidios, aspira a resolver el problema de la violencia e inseguridad que lastima y lacera en demasía a nuestra población que vive a la largo y ancho del territorio mexicano. De Diciembre del 2018 y para finales del pasado mes de Abril, ya sumaban poco más de 12 mil muertes violentas (embolsados, destazados, acribillados a tiros, muchos de ellos a plena luz del día), esa cantidad de seres humanos fallecidos son propio de una nación en plena situación de guerra genocida.
Tal parece que la administración del gobierno de Andrés Manuel López Obrador apunta a ser uno de los más impunes y sangrientos.
Sólo en los meses de Diciembre del 2018 al mes de Abril de este año, el estado de Guanajuato sumaba poco más de 300 muertos derivado de la encarnizada lucha entre distintos grupos de la delincuencia organizada, mediante las  ejecuciones, ajustes de cuentas, secuestros, entre otros.
En la fronteriza Ciudad Juárez, en el estado de Chihuahua, -gobernado por un panista, igual que en Guanajuato-, únicamente en dos días se registraron 53 asesinatos por ese mismo concepto; pudiéndose recrudecer también por el incremento de la masiva llegada de miles de inmigrantes centroamericanos, caribeños, africanos, asiáticos y de personas que proceden de algunas naciones árabes; el inmisericorde negocio de las tratas de personas está en su apogeo.
Las personas de las naciones antes mencionadas ingresan a territorio mexicano de manera ilegal y en contubernio con algunos grupos delincuenciales, ante la indolencia, complicidad y extorsiones de parte de algunas solapadoras autoridades migratorias de nuestro país, adscritas al Instituto Nacional de MIgración (INM).
En síntesis, a escasos cinco meses de haber asumido la alta encomienda presidencial, López Obrador ya suma en su haber un país marcado por elevados signos de incontrolable violencia y desestabilización que se refleja entre otros aspectos por el magro crecimiento de la economía mexicana.
Aunado a eso, observamos con mucho temor el estancamiento de la inversión financiera nacional e internacional, la reducción crediticia en Pemex, la sutil devaluación del peso mexicano, disminución de la recaudación fiscal, el bajo consumo privado del grueso de las familias mexicanas se acentúa, por necesidad de sobrevivencia económica por fin moderan sus respectivos gastos.
Por  otro lado, los niveles de las exportaciones de bienes y servicios mexicanos han decrecido y además pierden fuerza real. A paso rápido tiene que fomentarse la clara confianza del sector privado para que invierta y se pueda revertir la desaceleración económica, manteniéndose e incrementando más y mejores fuentes de empleo.
Aparte, nos percatamos que no se han tomado providencias  respecto a los severos riesgos de la economía global, la pendiente firma y ratificación del Tratado Comercial entre México, Estados Unidos de América y Canadá (TMEC).
Por si no fuera menos, también observamos las interrupciones de exportaciones, debido al impacto que han resentido las huelgas de parte de muchas empresas maquiladoras asentadas en localidades de la frontera norte de nuestro país que se sumaría ante las serias amenazas del presidente estadounidense Donald Trump ante el probable cierre de algunos puntos fronterizos aduanales.
De prevalecer ese índice delictivo y de continuar con esa tendencia se llegaría al término del presente año con poco más de 25 mil asesinados en México.
La realidad le rebasa al presidente de México, de continuar así, el crecimiento exponencial de inseguridad ciudadana aumentará considerablemente, pese a la aún des reglamentada e inconstitucional “Guardia Nacional”. En días recientes, en el estado de Veracruz, AMLO afirmó que mínimo se requerirá de seis meses para que los programas sociales de este gobierno se instrumenten al 100%.
¿Con eso él cree que todas las formas y expresiones violentas que dan forma a los incontrolables homicidios, así como los índices de corrupción e impunidad irán a la baja?  Sinceramente !Lo dudo!
“Suspensión de pagos a estancias infantiles”.
Fuertes declaraciones presentadas en días pasados al interior de la Cámara de Senadores por parte de Clara Torres, ex encargada de las Estancias infantiles, perteneciente a la Secretaría del Bienestar (antes Sedesol) fueron en el sentido de que Andrés Manuel Lçopez Obrador, “de un plumazo”, dictó la orden de suspender el “Programa Federal” que anualmente significaba erogar 4 mil millones de pesos.
Hasta hace pocos días habían 4,300 Amparos y han ganado suspensiones definitivas en los estados de Nuevo León, Chihuahua, Querétaro, Guanajuato, Yucatán, así como provisionales en Sinaloa, San Luis Potosí, y Sonora. Sin embargo, la titular de la Secretaría de Bienestar actúa en desacato.
Por el contrario, ahora se entrega la mitad de la cantidad ya descrita en apoyos directos a las madres; ya no toman en cuenta a las estancias infantiles. Según con lo manifestado por Clara Torrres, el gobierno de la República,nunca precisó nombres de las estancias (ni la cantidad de estas) que hayan incurrido en desviaciones ni en violaciones a la Norma en las que deben conducirse, mucho menos las cifras afectadas.
Más bien, de acuerdo con los señalamientos de la ex funcionaria federal, “se inventaron cifras fantásticas y de infantes fantasmas” para justificar la súbita e impositiva decisión acerca del apoyo a las estancias infantiles del país.
Ahora bien, con la recurrente bandera y estigma de “atacar la corrupción” y de “restar las grandes ineficiencias de la administración pública federal”, se utilizan artilugios poco creíbles ante los ojos de la ciudadanía, para des estructurar varias e importantes dependencias federales, como las que a continuación se enlistan: Instituto Nacional para la Evaluación Educativa (INEE); Instituto Nacional del Emprendedor, Banco Nacional de Comercio Exterior (Bancomext), Pro-México, Nacional Financiera (Nafin), Instituto Nacional de Estadística, Geografía e Informática (INEGI). La suma de ese tipo de erráticas e impulsivas acciones exhiben carencia de estrategias del ejecutivo federal.
Si fuese congruente AMLO tendría desincorporar al gigante y pesada carga de excesivas deficiencias operativas y de comercialización de la empresa para-estatal Petróleos Mexicanos (Pemex), por el contrario, le está abonando a “inyectarle” dinero fresco y bueno al malo”; ese es un elefante blanco, está ya carcomido, su rescate no le tiene porqué traer funestas consecuencias a la población de nuestro país.
Si en verdad el presidente Andrés Manuel López Obrador pretende y quiere actuar de manera congruente le preguntamos. ¿Porqué con su visceral arrebato dictó la orden de ponerle fin a la construcción del Nuevo Aeropuerto Internacional de México (AIM) en Texcoco, Estado de México y otorgó su rápido voto aprobatorio para que se construya uno en terrenos de la actual base militar de Santa Lucía? Que por cierto, presenta serios obstáculos orográficos para su construcción, como es la presencia de un elevado Cerro, donde además el costo se ha disparado en poco más del 800% de lo presupuestado inicialmente.
!Va a salir más caro el caldo que las albóndigas!
¿A poco no?
El actual presidente pretende revivir muertos, no debe dedicarle gran cantidad de dinero a esa empresa que por muchos años desangró las finanzas públicas de este país.
¿Qué esperamos suceda en México si nuestros gobernantes replican las mismas acciones inútiles y absurdas?
¿Qué le deparará a nuestro país ante la inercia e ineptitud de nuestros actuales gobernantes?
Lo idóneo sería que esa enorme cantidad de dinero podría muy bien encauzarse a mejoras de las obras públicas de infraestructura física y fomentar nuevos y mejores empleos. Sin descuidar el verdadero rescate de la educación pública que se encuentra en franco y deterioro retroceso; de acuerdo con datos recientes de la UNESCO, a escala mundial México se ubica en el penúltimo lugar de lectura.
!Qué triste es conocer y asumir que somos un país de iletrados e imberbes!
Díganme estimados lectores si ese tipo de actos no corresponden a lo ampliamente orquestado por anteriores gobiernos priístas y aún panistas, pero -de manera más recalcitrante en el actual- .
En el primero de los casos en la administración de gobierno de Miguel de la Madrid Hurtado (1982-1988), con su programa de “Renovación Moral de la Sociedad”, que por cierto, ni renovó, mucho menos nos mostró actos fiables de supuesta moralidad pública.
Por el contrario, tanto en el sexenio de Miguel de la Madrid, como de los los priístas que le sucedieron, se dieron a la tarea indiscriminada de privatizar a centenares de empresas públicas del estado mexicano. Así como a muchas para-estatales más.
Ejemplos de ello se presentaron durante el mandato de Carlos Salinas de Gortari (1988-1994), con la venta absurda y por demás ridícula de Teléfonos de México (Telmex), como la denominada “gran cereza del pastel”; además de lo que para muchos especialistas de las telecomunicaciones, resultó ser un gran “plus” -como en su momento fue la entonces “Red Federal de Microondas”, ambas y por el bajo costo de operación en que se otorgó al grupo comercial Carso de Carlos Slim Helú; ese paquete ha sido la “gallina de los huevos de oro” de ese magnate empresarial.
Otro similar caso resultó ser la privatización “amañada” presentada en la época del entonces presidente Ernesto Zedillo Ponce de León, con parte importante de la empresa para-estatal Telecomunicaciones de México (Telecomm) y nos referimos a la denominada “Satélites Mexicanos”, misma que operaba de manera financiera y comercial, con números negros, sin problemas de pasivos; esto último sucedió en el mes de Octubre de 1997.
“Zapatero a tus zapatos”.
Los beneficiarios fueron la familia Autrey que administraban importante empresa distribuidora de artículos farmacéuticos, esa era su fortaleza comercial.
Esa empresa no supo administrar, u operar, ni mucho menos comercializarla bien a escala internacional, les falló su estrategia comercial, al cabo de unos cuantos años cayó en desgracia financiera y se declararon en bancarrota comercial y se acogieron al Capítulo 11 de Quiebras comerciales; vendiéndola posteriormente a otros empresarios internacionales que al parecer sí pudieron re-posicionarla.
@JROLDANA

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