Este viernes de Semana Santa se realiza la procesión del silencio, tiene origen y memorial atribuidas a los frailes franciscanos y a los primeros cristianos quienes peregrinaban a los lugares santos en Jerusalén, sin embargo este género de manifestaciones tiene su origen no tan lejano en España pues hay constancia de qué en el siglo XVI el primer marqués de la Tarifa Don Fadrique de la Rivera fue quién instauró un viacrucis viviente en Sevilla como el que había contemplado en Jerusalén.
La procesión del silencio tiene como fundamento los cinco misterios dolorosos del Rosario y las 14 estaciones del viacrucis de la pasión de Cristo, enfocado principalmente en el dolor, la flagelación, humillación y muerte de Jesús.
La palabra silencio da el significado a la acción precisamente de no realizar ningún sonido vocal, es decir no hablar durante la procesión que se realiza con los elementos que identifican el dolor de la Virgen María por la muerte de Jesús, entre ellos están las representaciones de la Cruz donde fue crucificado, la corona de espinas, los tres clavos de la Cruz y el color morado y negro.
Tradicionalmente se acostumbra que esté acompañado de imágenes como la Virgen Maria de los Dolores con un aspecto triste y con lágrimas en los ojos al ver a su hijo sin vida.
El Cristo crucificado y Jesús en un ataúd de cristal que representa el Santo Entierro y el Cristo de la Columna, acompañados de encapuchados que cumplen alguna manda o devoción y de música que marca el luto que representa a esta festividad de dolor.
