TRAS LA VERDAD
A través de las redes sociales y los medios de comunicación, los queretanos nos vamos enterando de una serie de homicidios que se cometen en Querétaro, de muchos robos a casa habitación o del artero ataque a las fuerzas policiales por parte de bandas de delincuentes, organizados o no ¿Han perdido el miedo a la autoridad? Parece que la escalada de delitos aumenta y la seguridad pública se diluye.
Para los que hemos vivido en este hermoso Estado -y la ciudad otro tanto- desde que éramos niños, claro que notamos la diferencia entre el número de los delitos de hace 50 años, a los de hoy. Pero, Querétaro dejó de ser aquel pueblito de 60 mil queretanos. Para este año se espera rebasemos los 2 millones de habitantes. COESPO, asegura que seremos 2 millones, 4 mil, 472 para ser exactos; y más mujeres que hombres.
El último censo de INEGI, de 20110, arrojó la cantidad de 1 millón, 827 mil, 937 habitantes, de entre los cuales 940 mil, 749 eran mujeres y el resto hombres. De tal suerte que pasamos de un pequeño pueblo a un conjunto de ciudades con múltiples problemas. En Querétaro y zona conurbada se concentra la mayor población, de ahí el incremento del índice delincuencial. Seguimos en crecimiento irracional, siendo el recipiente de muchos que huyen de la violencia en otros Estados.
¿Cuál es la cantidad de delitos aceptables en una sociedad? Existen datos numéricos en los que localizamos países en los que la delincuencia es brutal, en tanto que otros es insignificante. Y en la búsqueda encontramos que, entre mejor educada y preparadas es la población, menos incidencia de delitos. Pero, sin que ello se tome en consideración, la regla generalizada que se aplica para determinar el número aceptable, es precisamente la cantidad de delitos entre cada 100 mil habitantes. De ahí parten para saber si un país es o no más o menos violento o si la inseguridad se apoderó de la tranquilidad de la población. Vamos estiman el comportamiento mundial de la población.
Por ejemplo, México es considerado en el noveno lugar de homicidios en América Latina, luego entonces en nuestro país se recrudece la violencia. Ah, pero si nos comparamos con países más violentos como Venezuela, Sud África o Trinidad y Tobago, entonces nuestro país no es tan violento. Envidiable la posición de Canadá o la Isla de Chipre, en donde apenas alcanzas un dígito que no llega a 5 homicidios.
Por ejemplo, existe una base de datos de Estadísticas de homicidios internacionales de la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito. Y estos hacen precisiones sobre
los homicidios intencionales, dicen que son cálculos de homicidios ilegales cometidos en forma intencional como resultado de conflictos internos, violencia interpersonal, conflictos violentos por la tierra o sus recursos, violencia entre pandillas por el territorio o el control y asesinatos y violencia que atenta contra la integridad física por parte de grupos armados. El homicidio intencional no incluye todos los asesinatos intencionales; la diferencia suele encontrarse en la organización del asesinato. Por lo general, las personas o grupos pequeños cometen homicidios, mientras que el asesinato en conflictos armados suele ser cometido por grupos organizados de varios cientos de miembros y por ende, se excluye. Hay pues en la ONU, una clasificación distinta a la nuestra en Méxicio.
Se considera como una buena práctica, en los Estados Unidos que el “Baureu of Justice Statistics”, tenga la misión de recoger, analizar, publicar y distribuir información sobre el crimen, delincuentes, víctimas, y las operaciones de los sistemas de justicia criminal. Esta información es crítica para las agencias del Estado y encargados de elaborar políticas públicas para el combate al crimen, asegurando que la justicia sea eficiente y equitativa ¿Es muy complicado hacerlo en Querétaro?
En México y sus Estados ¿Cuáles son los más violentos y cuáles los más tranquilos? Según los últimos datos del Secretariado Ejecutivo. Veamos. Datos del primer trimestre de este año; en Querétaro se habían registrado 35 homicidios dolosos; Yucatán, 10; Aguascalientes, 12; Tlaxcala, 15; Campeche, 18. Estos son los Estados más tranquilos. Ahora los más violentos: Chihuahua, 323; Tamaulipas, 254; DF, 193; Oaxaca, 339; Guerrero, 433; Jalisco, 253.
En la incidencia delictiva en lo que va del año en Querétaro se han registrado hasta agosto pasado, 21,913 delitos; en tanto que en Campeche 1,075; San Luis Potosí, 7,702 y en Colima 4,270. En los Estados más violentos como en el DF 111,285; Jalisco 59,614; Estado de México 136,621 o Guerrero con 25, 345 ¿Debemos conformarnos con ese índice delictivo? ¡Por supuesto que no! Son demasiados los delitos cometidos en Querétaro.
¿Y la percepción de la inseguridad de los queretanos? Se piensa que la seguridad decrece en forma alarmante y la inseguridad crece. Comentaba con un amigo litigante en materia penal que tiene bajo su responsabilidad asuntos importantes y me aseguraba que la inseguridad ha crecido, que la delincuencia organizada busca afanosamente asentarse en Querétaro, de ahí que algunos de los últimos homicidios, por sus características de ejecución, sean de grupos organizados, ya no del delincuente ocasional. Me aseguró y atemorizó, la delincuencia organizada crece.
¿Qué hacer entonces? La tarea no es tan sencilla como parece. Sin embargo se requieren especialistas en la materia, conocedores del campo -no teóricos- tanto de seguridad pública como de procuración de justicia. Y junto con ellos un gran equipo de conocedores y operadores que los acompañen en la ejecución de los planes. También me dijo el experto abogado, bajarles a la defensa de los derechos humanos de los delincuentes que bien saben cómo hacerse las víctimas a pesar de ser los culpables; evitar el protagonismo de los defensores que provocan se escabullen de la justicia los delincuentes ¿Cómo hacerle entonces para que, sin abusos policiales se logre recuperar la seguridad pública de los queretanos? ¡Tarea de todos! Y fomentar la denuncia ciudadana sin riesgo alguno para el denunciante.
Seguramente los que ya se van hicieron su mejor esfuerzo, el plazo se venció y el crimen si no los rebasó, sí los doblegó. Los que llegan tiene la oportunidad de demostrar que sí se puede, eso ofrecieron en campaña. Para ocupar esos delicados cargos públicos, se escuchan nombres de personas capaces; no será suficiente; los equipos serán fundamentales y apoyos tan sencillos o importantes como cámaras de vigilancia que se convierten en importantes para la coadyuvancia en la contención de la delincuencia.
Los queretanos lo reclaman y lo merecen: ¡Seguridad! Por supuesto que habrá que adoptar otras medidas como aquellas que hemos propuesto, tales como que, todos los que residan en Querétaro, se registren en el padrón de vecinos y cambien las placas de sus vehículos; revisar a todo vehículo que porte placas de otro Estado; ahí está el último ejemplo de los delincuentes que balacearon a tres personas el fin de semana, la camioneta portaba placas del Estado de Guanajuato y hasta ahora nada se sabe de ellos.
¡Entre todos podemos! Mostremos la solidaridad y la civilidad que caracteriza a los queretanos. Sin embargo, si dejamos sola a la autoridad o si la autoridad actúa por separado de la sociedad, los resultados seguramente no serán tan positivos como es deseable. Ahí están los números y estos no mienten, en Querétaro han aumentado los delitos. No nos conformemos con la media nacional, no, busquemos lo mínimo, si las autoridades de otros Estados lo han logrado, también Querétaro lo puede hacer. Lo deseable en el cambio inminente de autoridades: que las cosas mejoren, dado que la inseguridad sí ha aumentado en nuestro Estado, es evidente.
