AVANZA REESTRUCTURACIÓN DEL TRANSPORTE

TRAS LA VERDAD

Alejandro Delgado Oscoy, Director del Transporte, comentó que en este año se comprarán 170 nuevas unidades y destinarlas al transporte público para la zona metropolitana, así como otras acciones que hagan viable el mejoramiento del servicio del transporte público colectivo.

Aquello que no quisieron hacer o no supieron cómo hacerlo, quienes estuvieron al frente de la Dirección del Transporte Público, y que fuera el fracaso de hundió electoralmente al PRI, en las elecciones pasadas, ahora el gobierno del PAN pretende corregir todo aquello que no funcionó adecuadamente.

Se podrán comprar unidades nuevas, se utilizarán las tarjetas de prepago, se crearán más troncales para el transporte público, sí; pero, si no cambian de choferes o estos no modifican de actitudes, no habrá programa de transporte público que mejore el servicio.

Antes y ahora, basta ver y confirmar como muchos de esos choferes no respetan las paradas, no hacen caso a los señalamientos de tránsito, se pasan los altos, no “levantan” el pasaje, se paran donde quieren para bajar o subir pasaje, invaden carriles arbitrariamente, siguen con sus carreras ocasionando accidentes, se “bronquean” con automovilistas y pasajeros, etcétera.

Los señores choferes no han querido entender –o bien que saben de ello y llevaron al fracaso a RedQ- que son ellos el principal ingrediente para que funcione bien el transporte público. Son precisamente los choferes quienes dan un mal servicio y son ellos los que pueden otorgar un servicio de calidez y calidad; pero no. Prometieron capacitarlos y no funcionó; ofrecieron “civilizarlos” y tampoco funcionó. Los señores siguieron igual, doblegando al pasado gobierno, sumado a la ineficacia de los servidores públicos que se dedicaron a todo menos a reordenar el transporte y las cosas no funcionaron, no mejoraron.

Las buenas intenciones y la debilidad no fueron elementos suficientes para que el transporte público cambiara. Quedó demostrado que los choferes son el factor fundamental para que pueda cambiar el servicios del transporte público colectivo. Los concesionarios, si bien se quejaron por el “cambio” debido a la baja de ingresos, a regañadientes aceptaron, pero ni así mejoró el transporte.

Quedó como muestra el “boicot” de choferes a las medidas del cambio para mejorar el servicio, dejaron de prestarlo por unas horas en varias ocasiones generando un caos en perjuicio de los usuarios; nada les importó y el objetivo lo consiguieron, regresar al libertinaje. Al final ganaron la batalla, lo que a ellos simplemente les interesa es manejar los ingresos por el pago del transporte, dinero que manipulan a su antojo; no les interesó en lo más mínimo las prestaciones que prometieron pagarles, ellos querían alcanzaban el libre acceso e ingreso del dinero a sus bolsillos y lo consiguieron. Nada solidarios con la sociedad, prevalecieron intereses económicos y de corte personal.

Todo fue un caos, un fracaso y el servicio se vino abajo, empeoró con la voluntad manifiesta de choferes y concesionarios que dejaron de ganar cantidades importantes de dinero, las cuales, por supuesto no pagan impuesto alguno al fisco. Negocio redondo de unos cuantos en perjuicio de las mayorías.

Alejandro Delgado Oscoy, deberá toma en consideración esta serie de factores y detractores que llevaron a la “quiebra social y política” a la pretendida reforma del transporte público colectivo de la zona metropolitana. No mejoró y si empeoró. Habrá que hacer coincidir intereses colectivos e individuales, con el servicio de excelencia que merecen y reclaman los queretanos que en miles hacen uso diariamente del transporte público colectivo.

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