TRAS LA VERDAD
Después del primer informe de actividades de la LVIII Legislatura del Estado, rendido por el Presidente de la Mesa Directiva, escuché comentarios de algunos “políticos” del momento que fueron invitados. No sorprende su ignorancia legislativa, eso podría considerarse como normal, lo que deja pasmado a cualquiera es el desconocimiento que tienen del trabajo legislativo.
Las y los protagonistas de cada uno de los grupos y fracciones parlamentarias, al paso de 10 meses de actividad legislativa, no dejan de sorprender al momento de ofrecer su posicionamiento político en “Tribuna”, la pobreza de sus discursos y la carencia de “tablas” en la disertación. A más de alguna, seguramente le quitan las letras que leían y seguramente se quedan “mudas”. Apenas si alzaban la vista para continuar leyendo el discurso. Poco les faltó para poner el dedo en cada renglón para no perder la lectura.
Nada digno de resaltar y es que no hay nada que pudieran exaltar durante esos 9 meses de labor legislativa. La mayoría de las iniciativas que han aprobado, casi por unanimidad, derivan del Poder Ejecutivo y las indicaciones son no mover una coma de los documentos. De tal manera que el “cabildeo” está en la simple aprobación, no en el contenido de las mismas.
Podrían ejemplificarse dos asuntos notoriamente comentados en las fracciones y grupos parlamentarios. La iniciativa que caló hondo en el ánimo de los buenos empleados de la burocracia, no de aquellos abusivos que se pensionaron o jubilaron son tener derecho al beneficio contractual. A esa iniciativa no se les permitió mover un solo signo ortográfico, mucho menos en el contenido de la misma. La aprobaron sin chistar, para colmo el “sindicalista” Jesús Llamas, cuatro veces diputado local, no fue capaz de inconformarse cuando se lesionaron derechos contractuales. Sin embargo la aplaudieron.
El paquete de leyes relativas al tema de la justicia oral también fue aprobado sin el menor conocimiento de la materia por parte de los legisladores ¿Sabrá alguna o alguno de los legisladores sobre los juicios orales y los principios constitucionales del artículo 20 de la publicidad, contradicción, concentración, continuidad e inmediación? ¡Por supuesto que no! Sin embargo también aprobaron sin mayor argumentación filosófica y/o jurídica, salvo aquellos que hicieron los documentos, que no fueron las ni los diputados.
¿Por qué aplaudir el incremento de los impuestos y derechos? Efectivamente en diciembre pasado los representantes populares –entiéndase del pueblo- aprobaron no solo nuevos sino incrementos en algunos de ellos. Sin embargo aplauden los incrementos ¿Quién puede aplaudir y entender semejante improperio popular? Nadie habló de sacrificar a las y los ciudadanos queretanos, nadie ofreció en campaña el aumento de impuestos y derechos, sin embargo el pueblo fue ajusticiado. Y aún así aplaudieron los asistentes.
El recuento del número de iniciativas de ley, acuerdos, decretos, medallas y otras cosas que se les ocurren y fueron aprobados no significa nada para los queretanos. La esencia de la labor de fiscalización pasó por alto; actividad que a partir de la pasada Legislatura se arrogaron de nueva cuenta los diputados. No hay sancionados por el mal uso de recursos públicos, en tanto que el Contralo del Estado, dice que ellos investigan el probable mal uso de más de 700 millones de pesos.
Total, nada que aplaudir y mucho que sancionar por parte de la sociedad queretana. Nada digno que justifique los 299 millones, 633 mil, 976 pesos que se gastarán para este año del 2016. Sin embargo los “políticos” entrevistados se fueron maravillados de la labor legislativa. Vaya, es mucho más fácil la ligereza de alabanza, que la madura, responsable y crítica asertiva o ¿Acaso será por ignorancia del tema legislativo?
