¡FALLARON TODOS LOS PRONÓSTICOS EN EUA! ¿Y AHORA QUÉ SIGUE?

TRAS LA VERDAD

Hasta ayer por la mañana, todos los pronósticos, estadísticas y opiniones de “expertos analistas” daban como triunfadora de la contienda electoral a Hillary Clinton. Sin embargo conforme se iban sumando los votos electorales –que no los votos ciudadanos- iba perdiendo;  nadie atinaba a explicar lo que sucedía y a la una de la madrugara de este día el triunfo electoral ya era para el republicano Donald Trum.

 Los “analistas” invitados por todas las cadenas televisivas no daban crédito a lo sucedido; los comentaristas y conductores de televisión no supieron cómo explicar los resultados; estaban hechos un nudo que nadie podía destrabar. Poco a poco, una vez más, las especulaciones se iban exponiendo con argumentos nada creíbles para justificar los equívocos en que incurrieron, echando culpas a otros factores, no así a elementos socio políticos que nunca tomaron en cuenta.

 Quedó demostrado una vez más que también las encuestas fallan en los EUA, las que, por cierto muchos ponderaban como buenas a diferencia de las mexicanas, dado el reducido –decían- margen de error del menos uno. Craso error. Todas fallaron, aun las que se decían más profesionales como aquellas de las cadenas CNN o del New York Times; estos también daban por sentado el triunfo de Hillary. A media noche rectificaban el error. La derrota era un hecho inevitable, así que Hillary se retiró son discurso y su jefe de campaña pidió a los seguidores se fueran a dormir. Había terminado la aventura de encumbrar a los Clinton nuevamente a la oficina oval de Washington.

 Total que, debido al antidemocrático sistema electoral norteamericano, Hillary Clinton ganó el voto ciudadano con el 48%, que significaron 59 millones, 814 mil, 018 votos; contra el 47% de Denald Trump; en tanto que el perdedor obtuvo el triunfo con 279 votos electorales, contra 228 de Hillary. Será el próximo presidente de los EUA.

 Que si las mujeres no apoyaron a Hillary; que si las clases minoritarias no salieron a votar; que si muchos latinos votaron por Tump; que si el “estatu quo” norteamericano no acepta a una mujer como presidenta; que si los norteamericanos no practican el empoderamiento de la mujer; que si los “gringos” no aprueban la equidad de género; que si los odios raciales exacerbados por Trump se hicieron presentes; que si el nacionalismo norteamericano; que si la globalización no es bien vista; que si las promesas de Trump para mejorar las condiciones de los norteamericanos en materia económica y laboral; etcétera. Las causas que hayan sido, el odioso de Donald obtuvo el triunfo.

 Una vez despertados del “marasmo”, la sorpresa fue mundial, incluso obligó la caída de las bolsas de valores, llevó a la depreciación de muchas monedas, entre ellas el peso mexicano; provocó el alza del dólar frente a la mayoría de las monedas; luego vinieron las felicitaciones  para el  triunfador, muchas con recelo, entre ellas de la primera Ministra de Alemania y el Presidente de Francia.

 Donald Trump, una vez que se supo ganador, emitió su primer discurso, dejando la retórica belicosa, agresiva, desafiante, humillante, para pasar a los conceptos suaves, amables y conciliadores. El Presidente Enrique Peña, después de la felicitación, ponderó las relaciones entre ambos países.

 ¿Qué sigue para México después de tanta amenaza para los mexicanos? Una de las prioridades de los mexicanos es conciliar intereses, lograr la unidad de las fuerzas políticas para hacer un frente común en todo aquello que represente la defensa de los mexicanos, protección de los mismos objetivos. Nada de divisiones ante las amenazas de campaña de Trump. Serenidad y paciencia.

 La lógica indica que Donald defenderá los intereses de sus connacionales, lo mismo debe hace el gobierno de México con el apoyo de los partidos políticos. Al respecto vale recordar cómo se criticó -por la oposición- cuando Carlos Salinas de Gortari, firmó el Tratado de Libre Comercio con EUA, dadas las grandes diferencias de las economías; al paso de unos cuantos años ese Tratado ha resultado de gran beneficio para los mexicanos y ya nadie quiere acordarse de aquello; fue la división entonces de la oposición. Hoy Trump pretende disolver el Tratado por los beneficios que de él obtiene México, y es una preocupación.

 Que la construcción del muro y México lo pague ¿Acaso no hay ya un muro? Entonces cuál es el problema. Simple discurso de campaña. Que las remesas que envían los mexicanos a sus familias hasta por 25 mil millones de pesos anualmente, serán causa de impuesto o confiscadas, según su amenaza de campaña ¿Cómo le va a hacer para detener el flujo de dinero? Estas incongruencias fueron las que le dieron el apoyo de millones de ignorantes norteamericanos que piensan que logrará, no es nada sencillo su implementación.

 Ambos gobiernos se necesitan. Que Trump quiere cerrar sus fronteras al mundo para evitar la globalización y volver a la economía cerrada, eso es imposible de llevar a cabo. Donald piensa como empresario, cree que basta con ordenar y se cumplen sus instrucciones. En política no es así, mucho menos en tratándose de relaciones internacionales, más cuando hay aliados que hacen frente común a amenazas internacionales y terroristas locales.

 Cierto, habrá cambios naturales en la relación entre los gobiernos de México y los EUA, pero de manera obligada, se estará tratando con una nueva administración gubernamental; los gringos no son una seda en su trato, son ásperos, siempre buscan su beneficio, eso a nadie debe sorprender. Otro aspecto a tomar en consideración, es el resultado electoral de las cámaras de legisladores; ambas serán dominadas por los republicanos; en el Senado tendrán 51 de 48; y en la Cámara de Representantes, 239 contra 192 de los demócratas.

 Sin embargo, no todo será “miel sobre hojuelas”, falta saber cuáles serán las relaciones con los republicanos, tomando en consideración que tuvieron muchos problemas durante la campaña; asimismo ¿Quiénes formarán parte de su gabinete? Ese grupo de hombres y mujeres serán de mucha importancia.

 Nada se ha hablado del VicePresidente de los EUA, Mike Pence, un hombre conservador, por supuesto; quien si bien no coincidió con muchas de las torpezas de Trump durante la campaña, como aquellas críticas sexistas o el cierre de fronteras a los musulmanes, fue un factor clave para lograr alianzas políticas, un hombre que promueve acercamientos, será un factor de equilibrio dada su experiencia y tranquilidad que le caracterizan.

 Lo hecho, hecho está. Trump será el Presidente de los EUA a partir del 20 de enero próximo. A seguir trabajando. Ahora reconocen que no fue tan descabellada ni torpe la idea del gobierno de Enrique Peña Nieto, de haber invitado a quien será el inquilino de la oficina oval de la Casa Blanca. Aquellos “groseros” que agredieron a Peña, por no haber insultado a Trump, ahora se olvidan de semejante afrenta. Lo advertimos en su momento, son actos de diplomacia. Y todavía hubo quien pidió se investigara al Presidente para acusarlo por traición a la Patria ¡Por eso estamos como estamos! Estos pensaron que Hillary sería la presidenta y Clinton estaba molesta con el gobierno de Peña ¡Qué equivocados!

 Hoy se requiere de unidad para salir fortalecidos del probable vendaval, habrá que sortearlo bien y en total comunión en bien de los mexicanos y de nuestro país. Así de simple. Saldremos fortalecidos una vez más si los mexicanos  -la clase política- actuamos en concordancia y con inteligencia.

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