Restos óseos que podrían ser humanos fueron localizados en la comunidad de Arcila, en el municipio de San Juan del Río, muy cerca de los límites con la comunidad de La D, en el municipio de Pedro Escobedo, Querétaro.
El hallazgo fue reportado por habitantes de la zona, quienes, al percatarse de la presencia de los restos, dieron aviso inmediato a las autoridades a través del número de emergencias 9-1-1. Elementos de seguridad pública de San Juan del Río acudieron al sitio, sin embargo, en un primer momento, las autoridades de ese municipio negaron que el hallazgo se hubiera dado dentro de su jurisdicción.
De manera similar, autoridades del municipio de Pedro Escobedo también emitieron un comunicado donde rechazaban que el descubrimiento hubiera ocurrido dentro de su demarcación.
Ante la ambigüedad sobre la ubicación exacta del hallazgo, personal de la Dirección de Servicios Periciales de la Fiscalía General del Estado de Querétaro se hizo presente en el sitio para realizar las diligencias correspondientes. Posteriormente, los restos fueron trasladados para continuar con las investigaciones forenses.
Debido al avanzado estado de descomposición y el tiempo que habrían permanecido los restos en el lugar, no fue posible determinar si presentaban huellas de violencia ni características que ayudaran a identificar a la posible víctima.
El caso permanece bajo investigación para esclarecer la naturaleza y el origen de los restos encontrados.