¡LAS MISMAS EXCUSAS CADA TEMPORADA DE LLUVIAS!

TRAS LA VERDAD

Sin respeto por la naturaleza, constructores de viviendas y autoridades fueron acabando poco a poco con todas las áreas de cultivo que existían en zona metropolitana; literalmente se “robaron” todos los espacios de escurrimiento de las aguas pluviales para convertir en verdaderos diques algunas calles y avenidas que ahora son responsables de inundaciones.

 La ciudadanía queretana, inerte ante tanto abuso en la colusión de empresarios, invasores y autoridades, fueron generando un caos, un nudo en calles y avenidas; estas son entre tantas, otras razones de las inundaciones, encharcamientos o anegaciones de espacios que antes no sucedía.

 Y los queretanos gustamos de echar culpas a las autoridades en funciones, más ahora por medio de las redes sociales a nuestro alcance; estas, a su vez, se escudan en los malos trabajos de sus antecesores y así sucesivamente. De tal manera que las posiciones políticas se polarizan y crecen los enconos entre la población.

 Quienes al menos hemos visto el crecimiento caótico de la ciudad por más de 40 años, somos testigos deldesorden. Y quienes se han enriquecido a costa de una mal planeada ciudad, simplemente se ríen. Solo las partes bajas de la ciudad, por el rumbo de Santa María Magdalena, se llegaba a inundar por los “aguaceros”; o cuando se llegaba a desbordar  el Río Querétaro, el lado norte y algunas zonas de lo que era prácticamente la salida de la ciudad en el cruce de las calles de Ezequiel Montes y Rivera del Río –hoy Avenida Universidad-, precisamente donde se localizaba el Rastro Municipal, lugar en el que bajaban los zopilotes a alimentarse de la carroña que tiraban en la Rivera del Río los tablajeros; la temporada de lluvia servía para limpiar esos pestilentes lugares.

 En la bajada de la carretera –México-Querétaro- de la vieja cuesta China, había una pequeña represa que contenía la corriente de agua para volverla mansa; por supuesto que no había construcciones y llegaba libre y pacíficamente al Río Querétaro. Hoy son colonias y colonias, los constructores se adueñaron salvajemente de esos espacios que era propiedad federal; incluso no respetaron los espacios obligados de las vías federales a los lados, invadieron hasta la carpeta de asfalto y nadie les dijo absolutamente nada; con los años la ampliación de la Avenida Constituyentes, antes carretera federal, se ha visto varias veces modificada y una vez más por la zona sur, en la que han hecho lo que les vino en gana; hoy no solo construyen la ampliación de la Avenida, Constituyentes, ahora es otro paso a desnivel enterrando cualquier vestigio del pasado. Esas obras e invasiones de la naturaleza, quedan como mudos testigos cada temporada de lluvia, de las bárbaras modificaciones sin planeación urbana alguna.

 ¿Les exigen a las constructoras la instalación del drenaje para aguas pluviales? ¿Para qué si en Querétaro no llueve? Basta con el drenaje de aguas negras, de ahí que en cada “aguacero” sea más el agua negra que la pluvial la que rueda por muchas calles de la ciudad. Es por eso que obras pluviales van y vienen y no resuelven el problema de fondo; incluso algunas obras lo han agravado como lo sucedido en las lluvias de esta semana en la calle de Nicolás Campa, donde no se inundaba, ahora se les anegó ante la ira de los colonos de la zona ¡La obra recién terminada! En otras obras se dio, incluso, la participación de la UAQ, por medio de algunos ingenieros y ni así logran resolver el problema que pronto se olvida una vez que se aleja la temporada de lluvias y a esperar la del año siguiente para lamentarnos de lo mismo.

 Son miles de problemas que nos han heredado autoridades municipales y estatales desde entonces, en vil contubernio con muchos constructores que, irresponsablemente han hecho pésimos trabajos urbanísticos y otros que, decíamos, “literalmente se robaron” todos los espacios de escurrimiento de las aguas pluviales que por siglos estuvieron haciendo su labor ordenada de conducir el vital líquido al Río Querétaro. De todos esos abusivos ya nadie se acuerda y sí de las actuales autoridades que cargan con los vicios, abusos y errores del pasado.

 Claro que la falta de credibilidad en contra de las autoridades en turno se agudiza cuando en campaña ofrecen resolver el problema y no lo cumplen, no logran solventarlo, el costo es mucho no solo en dinero, hay que abrir grandes venas de conducción del agua y no están dispuestos a sacrificar a gran parte de la población con las molestias que causarían, por ejemplo partir en dos la carretera a San Luis Potosí, hoy conocida como 5 de Febrero; y las mini obras que realizan las tardan tanto que es más la molestia por la construcción que por el beneficio; todo se trata de campañas para ganar votos, no de resolver los problemas. Tampoco podemos olvidar el “Cárcamo de la Alameda Hidalgo”, una enorme alberca que quedó sepultada bajo toneladas de cemento y para nada sirvió, quedó como mudo testigo de los abusos de los constructores y torpezas de la autoridad en turno.

 Y si a todo ello sumamos lo terriblemente sucia que es gran parte de la sociedad queretana que tira basura por todos lados, este otro problema genera más dificultades de “taponamiento” en tiempo de lluvias sobre todo de las pocas vías de desagüe que se ven obstruidas por tanta basura.

 Conclusión. Parece que todos somos parte del problema y solución de las inundaciones que sufrimos los queretanos de algunos años a la fecha ¿Castigos? ¿A quién? ¡Son los mismos de siempre! Ya los veremos pedir el voto en las próximas campañas electorales, ofreciendo resolver estos y otros problemas que siguen latentes y otros más que continuarán surgiendo por falta de una verdadera planeación, honestidad y capacidad de muchos que dirigen los destinos de esta hermosa y leal Ciudad de Querétaro ¡Y a seguirse quejando!

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