NI CON FIRMAS DE BUENAS INTENCIONES

TRAS LA VERDAD

Ahora le entraron al “pacto de civilidad” organizaciones sociales, instituciones académicas y empresariales, junto con partidos políticos con la pretensión de “calmar los ánimos” y comprometerse a respetar las leyes y no meter mano en los recursos públicos ni programas sociales.

Seguramente usted recordará que el PAN se negó a firmar el primer pacto de civilidad planteado; bueno, ahora no fue “pacto”, lo “bautizaron” con el nombre de: “Pronunciamiento Conjunto de Civilidad y Buenas Prácticas Electorales en el Estado de Querétaro”. Con la modalidad de la participación de organizaciones civiles, algunas de ellas bastante politizadas.

Seguramente la intención del IEEQ es buena, buscando que no les compliquen el escenario procesal y que todo transite civilizadamente. Sin embargo no deben olvidar que las mismas normas prevén diversos recursos legales para impugnar cualquier acto que estimen las partes no se sujete a la norma a fin de que, otras autoridades pongan orden, imponiendo desde amonestaciones, multas, cancelaciones de registros o, incluso anulación de elecciones.

De tal suerte que del Pronunciamiento de Civilidad parece que sale sobrando. La prueba la dan los mismos actores a pesar de la firma. Hay varias denuncias en el IEEQ que se ventilan por presuntas violaciones a las normas electorales y las partes no están dispuestas a ceder un ápice; el PAN afirma no haber transgredido la norma; el PRI denuncia violación a las reglas.

Por otro lado, resulta curioso que en el contenido de las “buenas intenciones”, se comprometan a no meter mano en los recursos públicos ni hacer uso de programas sociales, pero ¿Quién de los que suscribió la carta de intención maneja recursos públicos o programas públicos? ¡Nadie! ¿Entonces? Eso es responsabilidad del gobierno en sus tres esferas de competencia, no de quienes firmaron el documento. Vamos, parece que solo se trata de buenas intenciones, eso es bueno pero inocuo.

Y qué decir de las redes sociales ¿Acaso pretenden limitar el derecho constitucional de la libertad de expresión de los cibernautas? Ese es otro ámbito que no está regulado, en el cual pululan toda clase de expresiones escritas imposibles de limitar llegando incluso al insulto; el límite lo establece la Constitución: el respeto a terceros; pero, en caso de incumplimiento lo único que queda es la denuncia o acusación.

Pretender limitar los ánimos en una contienda electoral, ni en los países “más civilizados”; allá también se da la “guerra sucia” y vaya que es agresiva. Ahora que, las intenciones son buenas, pero imposibles de cumplir, las pruebas están a la vista y los medios dan cuenta de ellas, algunos políticos y simpatizantes se están dando con todo y es que, la recompensa vale la pena: conseguir el poder. Y ante ello no hay poder ni convenio de civilidad que valga.

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