NI LA HUELGA RESULEVE VIOLACIONES AL CONTRATO

TRAS LA VERDAD

Ante la falta de consensos entre el Sindicato de los trabajadores administrativos de la UAQ y directivos de esta, llegaron al último recurso constitucional y legal que tiene la clase trabajadora por violaciones graves al Contrato Colectivo por parte del patrón: la huelga.

Después del estallamiento a huelga y colocación de las banderas rojinegras para custodiar las instalaciones e impedir la entrada de maestros, alumnos y otros empleados, este lunes se cumplieron tres días y la posición inflexible de las autoridades universitarias hace imposible el levantamiento de la huelga.

Son muchas las violaciones al contrato colectivo de los trabajadores administrativos y las autoridades universitarias prácticamente piden a la dirigencia sindical que desaparezca no solo la representación, sino el sindicato como tal, al exigir que renuncie a derechos como la propia huelga ¿Pedir que no vuelvan a emplazar? ¡Por favor! Y que se firme para que se cumpla. Inconcebible.

Prácticamente eran cuatro grandes temas lo que ocupaban las violaciones del contrato; pero crecieron y crecieron, ahora entre ellas está la entrega de recursos económicos al sindicato que la autoridad entrega directamente al personal ignorando a la representación sindical; la no retención de las cuotas sindicales y todo por no reconocer a la dirigencia; ahora piden las autoridades que alumnos hagan evaluación al personal de nuevo ingreso ¡Y eso? ; hacer cambios de adscripción de los empleados sin consultar al sindicato mucho menos al trabajador, ello en un radio de ocho kilómetros a la redonda; que el sindicato deje de formar parte de la junta evaluatoria de contratación a personal de plazas sindicalizadas; recontratación y no reinstalación al personal despedido; para promociones y otorgamientos de base a los empleados que el sindicato no participe; etcétera.

Quien algo sabe de derecho laboral, sabe perfectamente que todas estas peticiones son además de aberrantes, improcedentes. La idea es clara: desaparecer la representación sindical y crear un “sindicato charro o blanco”, lo suficientemente dócil y manipulable que acabe con las conquistas sindicales universitarias.

Si esto en sí mismo es malo para la vida sindical en el estado, lo más grave es que haya profesores universitarios que apoyen las propuestas del patrón; eso sí que es una novedad, ni siquiera permanecen al margen, no, se suman al patrón. Postura además de negativa y servil que demerita si bien no al sindicato de maestros, sí a los profesores subordinados y dependientes del patrón ¿Piensan como “patrón”? Sencillamente va contra natura ¿Acaso han sido maiceados? Como vulgarmente se dice. Sucede que algunos de estos profesores tienen prebendas fabulosas a costa del erario de la universidad, viajan al extranjero con todo pagado, so pretexto de ir a cursos o a dar cursos. Esos son los que no apoyan a sus hermanamos o compañeros sindicalistas. El ambiente se torna turbio.

Autoridades y medios proclives a justificar lo injustificable, critican acremente al sindicato por su posición intransigente, pero ignoran lo que hay detrás de las luchas sindicales en beneficio de los trabajadores, como son mejoras salariales, mejores prestaciones más allá de lo ridículamente expuesto en la ley; o bien el descanso a las mujeres por maternidad, incapacidades en caso de enfermedad, jubilaciones y pensiones diferentes a las que lastimosamente otorgan el IMSS o el ISSSTE, mejores aguinaldos y primas vacacionales, no a las largas jornadas de trabajo, apoyos en equipos de seguridad, etcétera. Todo esto se ha logrado gracias a las luchas sindicales surgidas antes de la revolución de 1910.

Dado lo acontecido, no cabe duda que la política neoliberal pretende regresar a la esclavitud laboral y todo con el apoyo de algunos esquiroles que hacen el trabajo sucio en perjuicio de la clase trabajadora. Eso no debe permitirlo la autoridad mediadora, mucho menos los sindicalistas. Las juntas conciliatorias, como las de avenencia, son para lograr acuerdos, esperemos que las partes cedan en lo legal y justamente posible para avenir a las partes a fin de levantar la huelga y regresar a la normalidad académica y de investigación que por norma tiene la Universidad, quien Educa en La Verdad y en el Honor. Hagan pues honor a este principio en el que fuimos educados los universitarios.

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