RICARDO ANAYA RECIBE FUEGO AMIGO

TRAS LA VERDAD

Este día se dio a conocer en un prestigioso medio de comunicación nacional, El Universal, la riqueza inmobiliaria del dirigente Nacional del PAN, Ricardo Anaya y de paso su relación de negocios con diversos familiares políticos. La respuesta iracunda de Anaya fue en contra del PRI, sin sustento alguno.

 Derivado de dicha información las entrevistas le llovieron a Ricardo para que aclarara lo relativo a su patrimonio, aquel por supuesto se ofendió, se indignó por la información, diciendo que había sido amenazado previamente. Y culpó de la “guerra sucia” al PRI gobierno como el causante del desprestigio hacia a su persona. Por supuesto que Anaya no aporta prueba alguna y cae en el terreno de las especulaciones.

 Lo cierto que la “guerra sucia” viene del interior de las filas de su propio partido. La intención es bajarlo del caballo que monta y que no quiere soltar, que se traduce en la publicidad del PAN, convertida en millones de spots  publicitarios en radio y televisión y no ha querido compartir con los otros que tienen la misma pretensión. Lo mismo le sucedió a Rafael Moreno Velle, ex gobernador de Pueblo, a quien lo han desprestigiado por su amistad con un “huachicolero” poblano y por haber inflado el padrón de panistas, militantes que supuestamente lo apoyaban; descubrieron los mismos panistas con su escrutinio que no había tal cantidad de panistas registrados. Que todo fue un engaño de Moreno Valle, para “presumir” que gracias a él el padrón de panistas había crecido enormemente. Y su relación con un cabecilla de la delincuencia organizada fue un “obús” que lo dejó medio muerto en la batalla por la candidatura de su partido. Está en las grandes ligas. Este señor no ha “llorado” como Anaya.

 Así las cosas, se puede deducir -sin lugar a dudas- que la “guerra sucia” es intestina y no viene de otros frentes distintos al panismo. Margarita Zavala volvió a arremeter en contra de Ricardo, por su necedad de no iniciar con los trámites para la selección del o la candidata a la Presidencia de la República; acusándolo –una vez más- abiertamente de hacerse propaganda con los tiempos de las prerrogativas de comunicación, a que tiene derecho el PAN y no Ricardo. Al igual la crítica se centró con el traído y llevado Frente Amplio en contra del PRI, lo que ha generado como consecuencia que las filas del perredismo continúen desgranándose con el riesgo de desaparecer el famélico PRD. Incluso Alejandra Barrales ya le bajó a su publicidad en las redes sociales el ataque el PRI, que solo estaba provocando una severa división ciudadana, al igual que Amlo; “ellos los buenos, los otros son los malos”. Posiciones políticas abiertamente sectarias y extremistas.

 Dentro de la familia política de Ricardo Anaya, se encuentra gente prestigiada dentro del sector empresarial; eso ni dudarlo, con años en el medio que le dan solidez a sus finanzas y a su prestigio. Eso es punto y aparte. Pero; aquí el pero, lo cierto que la riqueza de la familia parece haber aumentado desproporcionadamente desde que Anaya ha ocupado cargos importantes dentro de gobierno municipal y estatal de Querétaro. Lo mismo que les sucede a muchos de los políticos que llegan a esas “alturas”; parece no haber excepciones. De repente los políticos se vuelven exitosos empresario y acumulan riquezas aparentemente inexplicables. En el caso de todos estos políticos, las redes de complicidades les facilitan cualquier inversión, las oportunidades se dan entre las ligas del gobierno con los empresarios. Insisto, ello no es exclusivo de Ricardo Anaya, dirigente nacional del PAN. Solo habría que echar un vistazo y encontrarán el mismo resultado en otros políticos que se encumbran en el poder, como es el patente caso de Anaya.

 Lo que también es indiscutible para los queretanos, es el buen prestigio de algunos de sus parientes políticos que se han desempeñado en el sector empresarial mucho antes de que Anaya emparentara con su familia política. Pero la riqueza se multiplicó por “N” veces, seguramente con los apoyos “políticos” del ex niño maravilla. Así que, Ricardo Anaya, el dirigente nacional del PAN, no puede argumentar como excusa que se trate de “guerra sucia” proveniente del exterior. Es más, la información que se da a conocer, solo puede ser obtenida desde las mismas entrañas del poder y eso no lo puede hacer cualquiera. El desprestigio que Anaya ocasiona a su partido y partidarios del PAN, nada tiene que ver con actores externos. La batalla es interna, pero la terquedad lo ciega y lo niega. Incluso, a pesar de las críticas que Margarita le ha lanzado directo a la yugular, prefiere evadirlas y mostrar respeto -así lo dice- para no generar roces ni polémicas entre ellos; claro, rompería con el grupo de Felipe Calderón y eso nadie se lo perdonaría, menos él mismo que busca unir a sus adversario en torno a su candidatura que la ha ido construyendo desde la misma dirigencia nacional, esto es una verdad inocultable.

 Conclusión. Así es de sucia la política, a pesar de no querer ver la realidad de las batallas intestinas entre quienes desean acaparar más poder, o al menos conservar el que se tiene. De ahí las críticas hacia Ricardo Anaya y no precisamente a su familia política. El deseo de sus competidores internos es bajarlo del caballo a como dé lugar. Y tal vez lo logren. Es el precio que debe pagar por navegar entre tiburones si no quiere ser -al menos- asustado o tragado por las enormes fauces de la fauna marina en la que se encuentra. Ricardo Anaya tendrá que seguir aguantando el “fuego amigo” si quiere subsistir y seguir en la batalla.

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