¿SALIÓ DEL MARASMO LA SCJN?

TRAS LA VERDAD  

Parece que la Suprema Corte de Justicia de la Nación, empieza dejar atrás el marasmo en que la había sumido el presidente de la República, por su forma de gobernar injerencista, intolerante y abusiva. 

Al inicio de este mes, la Corte confirmó la falta de contradicción de tesis (tema importantísimo), asunto que fue resuelto desde mayo de 2019, en los autos del expediente 78/2019. Los ministros volvieron a dejar en claro que es inconstitucional cualquier orden de la UIF para congelar cuentas bancarias, actos que ha venido realizando con singular alegría en perjuicio de muchos gobernados; bajo dos excepciones sí pueden congelarse cuentas bancarias. Una, que la solicite autoridad extranjera, siempre y cuando haya convenio con el gobierno que solicita el congelamiento de la cuenta. Y dos, que la UIF persiga pago de adeudos fiscales, de lo contrario se está en presencia de algún delito y solo la autoridad judicial tiene la facultad de autorizar el congelamiento de las cuentas. 

La resolución, aunque proviene de una aparente contradicción de tesis, dejó claro que no existe, por lo tanto, prevalece la jurisprudencia que evita el abuso en que ha incurrido en varias ocasiones la UIF. Violación que ha venido autorizando y apoyando el presidente López, bajo el inargumento de: “el que nada debe, nada teme”. Vamos, obliga al afectado a que acuda a las instancias judiciales a defenderse, mientras el juicio puede durar meses las cuentas bancarias quedan congeladas y el afectado es perjudicado en su patrimonio y sus negocios. 

Arturo Zaldivar, presidente de la SCJN, declaró el pasado 2 de este mes (que pasó desapercibida por los medios de comunicación), lo siguiente: “El mundo parece dividido en bandos y las personas juzgadoras solemos quedar atrapadas en medio. En tiempos como estos, la independencia judicial es un valor del que todos buscan apropiarse. Entender su sentido a cabalidad y no desde la óptica de los distintos actores políticos y sociales, es fundamental para nuestra labor”. Sin duda que la interpretación del mensaje fue dirigido personalmente al presidente López Obrador ¡Por supuesto que sí! López tiene apetencia desmedida por el poder, quiere apropiarse del Poder Judicial. 

El ministro presidente remataría al inicio del nuevo periodo de sesiones del Pleno. “Estoy convencido de que, en este segundo periodo de sesiones, la Corte y todo el Poder Judicial Federal seguirán demostrando su autonomía e independencia. Seguiremos avanzando en la consolidación de una mejor justicia, más accesible, más transparente y más honesta para todas y para todos”. 

Luego de las declaraciones aludidas en el Peno, vendría el rotundo ¡No! A López Obrador. El presidente de la Corte rechazó acogerse a una norma eminentemente inconstitucional creada para prorrogar el mandato de Arturo Zaldivar. 

Si bien el mismo Arturo Zaldivar estuvo coqueteando con la posibilidad de quedarse dos años más al frente de la Corte y del Consejo de la Judicatura, sus homólogos le pusieron un freno, terminó por declarar el rechazo público. No sin antes argumentar que ahora fue el momento “político” adecuado, no antes ¡Claro! Los ministros votarían la inconstitucionalidad de la norma de la cual pretendió acogerse. 

Esa actitud dio pauta a que, el Pleno suspendiera la sesión el pasado viernes en la que se revolvería la inconstitucionalidad del artículo 13º transitorio de la Ley Orgánica del Poder Judicial, planteada por el mismo Zaldivar, precepto que prorroga la estancia del presidente y demás miembros del Consejo de la Judicatura, por dos años más. 

De tal suerte, ayer lunes el mismo Pleno dio a conocer que la suspensión de la sesión se debió a dos juicios de inconstitucionalidad que serán desahogados sobre el mismo tema; uno, de la Cámara de Senadores, el otro de la Cámara de Diputados. Consideraron oportuno desahogar en paquete, aunque el ministro Francisco González Salas, ya había presentado su proyecto. Trascendiendo que propuso la inconstitucionalidad de la norma, aunque no publicaron dicho proyecto. 

Lo importante, lo fundamental, le dieron “palo” a López Obrador, en clara defensa de la “independencia y autonomía” del Poder Judicial. No injerencias a las desmedidas apetencias de poder ¿De quién? De AMLO por supuesto. Independencia judicial de la cual busca apropiarse el presidente de la República, aunque Zaldivar hizo extensiva la alusión. 

Luego, a López Obrador se le complicó el asunto en el Poder Judicial, vía disputa de poder interno en la Sala Superior del Tribunal Electoral del Poder Judicial Federal. De 7 magistrados, 5 destituyen al expresidente José Luis Vargas Valdez y nombran a otro para que concluya el periodo de José Luis. Vargas, quien, con el mayor cinismo siempre se inclinaba por favorecer en las sentencias las ambiciones de AMLO, por eso lo “amagaron” con la acusación del “blanqueo” de millones de pesos; además de lo soez de su comportamiento. La 4T lo tenía cautivo. Ayer lunes, el destituido twiteó la petición que hizo al ministro Zaldivar, de convocar a reunión con todos los magistrados para darle una salida al problema “político”; ello indica que renuncia al recurso interpuesto por su destitución, busca “amable composición”. 

Aquí algunas razones del por qué AMLO quiere una reforma legal, no solo al TEPJF, también al INE ¿Su pretensión? Engullir ambos organismos. Las funciones del INE, llevárselas a su gobierno y las del Tribunal, subsumirlas directamente al mando del presidente de la Corte. 

Por lo pronto, considero que ninguna de sus pretensiones se cumplirá. Esperemos que los ministros de la SCJN, salgan del marasmo y hagan valer los principios que sustentan la impartición de justicia: independencia y autonomía. 

Héctor Parra Rodríguez

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