¿SE IMAGINA UNA BOLETA ELECTORAL CON 86 CANDIDATOS A LA PRESIDENCIA DE LA REPÚBLICA?

TRAS LA VERDAD

¡SE FUE EL PROCURADOR!

Esa fue la cantidad de escritos de intención de ciudadanos y ciudadanas que presentaron ante el INE, para lograr la candidatura a la Presidencia de la República. En la primera rasurada se quedaron fuera de la carrera 8 de ellos, lo que demuestra la alta irresponsabilidad de esos que pretendían gobernarnos, no pudieron reunir la simple documentación legal.

 38 aspirantes más fueron requeridos para que complementen los requisitos que establece la Ley General de Instituciones y Procedimientos Electorales, dentro de las 48 horas siguientes a la notificación; otros tantos que no fueron capaces de entender y cumplir simples requisitos administrativos. Así no es posible confiar en los aventureros de la “política ciudadana”. No se entiende cómo se pretende gobernar un país de más de 120 millones de habitantes si no se tiene la capacidad de cumplir simples requisitos de conformar una Asociación Civil o estar dado de alta en el SAT. Ah, pero seguramente querían ver su nombre con letras doradas como aspirantes a la Presidencia de la República.

 Solo 40 cumplieron cabalmente con los requisitos, por lo cual fueron citados por el Secretario Ejecutivo, Edmundo Jacobo Molina, quien les fue entregando uno por uno, su constancia de aspirante a candidato independiente. Y a partir de esta fecha, 16 de octubre, inicia la carrera contra el tiempo para recabar 866, mil 593 firmas ciudadanas, en, cuando menos, 17 Estados –algunos dice que 16, pero están equivocados- para lo cual la ley les otorga un plazo de 120 días naturales para ello. De hecho, que no de derecho, se trata de una precampaña, ya que los aspirantes podrán realizar en su trayecto reuniones masivas o mítines para recabar las firmas y documentación; la única prohibición es no hablar sobre la búsqueda del voto, tratar temas electorales. Vamos, como le viene haciendo Andrés Manuel López Obrador, candidato de Morena que anda en campaña sin problema alguno en su calidad de dirigente nacional, lo único de lo que se abstiene es no pedir el voto; pero ya habla de sus planes de gobierno, de puercos y marranos de la granja de sus contendientes.

 Así podrá continuar Margarita Ester Zavala Gómez del Campo o Armando Ríos Piter, quienes a su vez tienen varios meses en campaña por toda la República. Vamos, las simulaciones frente a los organismos electorales que todo consienten. Estos y otros aspirantes de menor envergadura política, son entrevistados en los medios de comunicación nacional precisamente por sus aspiraciones y todos saben lo que buscan: el voto popular. Los reporteros o periodistas se jactan de preguntar lo que les viene en gana a los aspirantes y estos sin dejo de vergüenza lanzan sus propuestas de gobierno. Pero así están las leyes y así son los “ciudadanos políticos”. Los reflectores se han centrado en los aspirantes a la Presidencia de la República, los que van tras las senadurías o diputaciones federales se pierden por el mayor número e importancia que representan esos aspirantes.

 Sabemos a ciencia cierta que para la Presidencia de la República no tendrán opción de ganar ninguno de los aspirantes; cuando mucho podrán hacer perder a más de algún candidato al momento de quitarle votos, como podría ser el caso de Margarita Zavala, que le restará fuerza a su contrincante Ricardo Anaya Cortés, a quien podría descarrilar antes de tiempo y dejarlo fuera de la carrera, que esa parece ser la intención de la ex panista y su grupo de trabajo. Los fuertes, con sus vaivenes que comentamos, serán los candidatos de las alianzas electorales o aquel que piensa ir solo, dado que el resto de candidatos son o forman la “mafia del poder”. En estos está la gran posibilidad de triunfo, los “ciudadanos políticos” son el aderezo en este proceso electoral que ha consumido poco más de un mes del periodo que le corresponde.

 De los competidores de partidos políticos en serio, faltan dos por definir, hasta ahora hay especulaciones sobre los nombres. Estos corresponden al PRI y al PAN, el resto son partidos comparsa sin mayores posibilidades de triunfo que estarán “vendiendo su amor” a quien ofrezca más. Por supuesto que Morena ya tiene su candidato que es inamovible, como aquellos magistrados que se quedan a pesar de todo. En el PRI hay demasiado nerviosismo y ya circulan en las redes sociales promocionales a favor de Meade y todo parece que hacia allá se inclinará la balanza. Un hombre sin partido y simpatizante del PRIAN. Los Estatutos del PRI fueron adecuados para su arribo a la candidatura, que consiste en ungir un candidato que no sea priista y José Antonio Meade no lo es. Los priistas, sin embargo continúan impulsando a Miguel Ángel Osorio Chong, por ser el mejor posicionado en las encuestas. La caja de sorpresas está por abrirse; y seguramente habrá un espontáneo que entre al ruedo para permitir el juego de la precampaña, que son campañas adelantadas con una cara distinta, pero campaña a fin de cuentas. Lo mismo hará Amlo para seguir con su campaña.

 En el PAN, las cosas están “color de hormiga”, con eso de los “agandalles” y riquezas inexplicables de Ricardo Anaya; la caballada se le ha ido encima y su inflada popularidad ha ido a la baja, su fuerza ha amainando por avorazado. El problema que ahora tienen es quién puede sustituir a ese aspirante, no le tienen la suficiente confianza a Moreno Valle. La alianza electoral, hoy “Frente de Anaya”, les permite evitar competencia interna y por dedazo decidirán la candidatura; ese amorfo acuerdo de gobierno de coalición aun no tiene forma, es uno de los requisitos del Frente, desvelar el cómo pretenden repartirse el poder en caso de ganar las elecciones federales los del “Frente de Anaya”, aquellos que la conforma con la comparsa del PDR y MC; a estos les tocaría parte del “pastel”, en caso de triunfar, lo que se ve cada vez más lejano al paso que van: Anaya ha sido un caballo de Troya, destruyendo las grandes posibilidades de triunfo que le estaba dando el PRI, para devolverle el poder presidencial. Sus ambiciones personales, que en su momento lo encumbraron, hoy lo están hundiendo con todo y barco y no todos están dispuestos a correr su misma suerte.

 Y mientras los nubarrones de la temporada no dejan ver claro el panorama, el Procurador General de la República, Raúl Cervantes Andrade, abandona el barco y deja acéfala la Procuraduría General de la República, para refugiarse los últimos meses del gobierno peñista en la curul del senado; evitando así ser golpeado por quienes lleguen a gobernar durante los siguientes seis años. Cervantes ha sido muy lastimado en la pretendida campaña a la Fiscalía Nacional que está pendiente de ser ocupada y nombrado el titular, la propuesta está congelada en la Cámara de Senadores. Los tiempos se agotan. Tal vez ésta sana decisión de Raúl permita destrabar de manera definitiva el nombramiento del primer Fiscal. Con la bancada panista disidente de Anaya en el Senado, bien pueden alcanzar la votación calificada con el PRI y sus aliados. Quien sustituta a Cervantes, será el cuarto Procurador General de Justicia de la Nación en el sexenio de Enrique Peña Nieto.

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