Son 82 anexos, los que operan de manera clandestina

Tras señalar que los costos de un centro de rehabilitación, varía desde los 40 mil pesos, la presidenta de la Comisión de Salud y Población de la LVIII Legislatura de Querétaro, María Alemán informó que solo ocho de los 90 anexos en la entidad, cumplen con las normas oficiales de salud, por lo que el resto opera de manera clandestina.

12729013_895942023859733_5264387504505489462_n (1)

“Pedí un informa al Consejo Estatal contra las Adicciones, precisamente para saber cuál es la realidad, decir de qué tamaño es el problema, saber dónde estamos parados, me informaron que hay 88 centros de rehabilitación que trabajan con un modelo de ayuda mutua, que es el modelo más conocido o más utilizado. Hay un centro de rehabilitación que utiliza un modelo mixto y solo un centro que utiliza el modelo profesional especializado, son 90”.

La legisladora de Nueva Alianza, aseguró que 52 centros, atienden a población exclusivamente varonil, hay 32 mixtos y siete femeninos, de los cuales, alarma que solo ocho estén certificados ante la Comisión Nacional Contra las Adicciones (Conadic).

“Lo que me preocupa de este informe, es que solo ocho centros están certificados con el reconocimiento Conadic, que es un reconocimiento que se otorga a aquellos cetros de rehabilitación que operan bajo las normas oficiales, que utilizan los mecanismos adecuados, que tienen instalaciones necesarias para el número de pacientes. Y sí resulta muy alarmante que de 90 centros que se tienen detectados, solamente ocho cumplan con estos requisitos que marca la norma”.

Expresó que los riesgos de acudir a un centro de rehabilitación sin la certificación, es incluso la muerte de algún familiar.

“El que acabamos de ver hace unos días, hasta que lamentablemente nuestro ser querido pierda la vida porque son mecanismos arcaicos, agresivos, donde utilizan la violencia y donde te puedo asegurar que la violencia no es la manera en que un enfermo, hay que tratarlos como son, no es un tema de verlo desde el ámbito solo como de seguridad, estas personas tienen que recibir un tratamiento adecuado y la violencia no es un tratamiento adecuado”.

Indicó que analizará el mecanismo para regular los anexos, con un trabajo en coordinación con el comisionado del Consejo Estatal contra las Adicciones, Guillermo Tamborrel.

“Me parece que es un tema no solo desde el ámbito legislativo, es un tema que incluye el CECA, al Poder Legislativo, y que nos podamos sumar, estoy a la mejor disposición. Hace un par de semanas platiqué con Guillermo Tamborrel por teléfono, para que a la brevedad podamos reunirnos, hacer un análisis y decir desde lo legislativo se puede hacer esto y podemos legislar para regular estos anexos que son mal llamados anexos, que son centros de rehabilitación”.

Lamentó que estos centros de rehabilitación, se escudan para operar de manera clandestina a través de fundaciones o asociaciones, por lo que urge darle herramientas al CECA, para poner “en cinturón” a los anexos.

“Pero que operan de manera clandestina, escudados un poco en la figura de alguna asociación, fundación o cooperativa y que por esa figura que han encontrado jurídicamente, siguen operando, pero que en realidad no tenemos a ciencia cierta como autoridad, datos de la manera en la que funcionan. La gran mayoría están en la capital y en los municipios conurbados, pero estos datos de los 90 centros son de todo el estado, tengo el directorio de Centros de Atención y Tratamiento en Adicciones”.

Agregó que los costos de un tratamiento varían, y la mayoría dura cerca de tres meses con un costo desde los 40 mil pesos, dependiendo las instalaciones.

“Los costos varían y lo que tenemos que buscar, es evitar lamentables situaciones, donde se pierde la vida de una persona, porque no conocemos cómo operan estos centros”.

Finalizó que estos centros, hacen firmar a los familiares, una carta responsiva, lo que escuda el uso de la violencia para combatir la problemática.

“A los familiares de los pacientes, cuando los ingresan, estos centros en su gran mayoría, los hacen firmar una carta responsiva, donde el familiar cede como los derechos y manifiesta su voluntad de que se le trate como sea, mientras que los curen, al firmar esta carta se escudan un poco en el tema de que operan a través de asociaciones, se convierten en figuras privadas y el CECA no tiene forma de regularlos”.

Entradas relacionadas

Dejar un Comentario

− 1 = 2