TOTAL INCERTIDUMBRE CON DESPIDOS EN LA SEP Y GABINETE

TRAS LA VERDAD

Desde que se implementó el nuevo sistema de evaluación docente en la SEP, en innumerables ocasiones se ha dicho que serían despedidos aquellos docentes que no se sujetaran al examen de evaluación o bien, que acumularan más de 3 inasistencias consecutivas a clases. A la fecha todo es incertidumbre.

 En mayo de este año la SEP dio a conocer que habían despedido a 3,119 maestros por faltistas; más tarde la cifra aumentó a 9,709 maestros despedidos. Sin embargo para el 10 de agosto se supo que hasta ese momento no había un solo despedido.

 Sin embargo, para el mes de junio, en el Municipio de Caltzonzin, Michoacán, por medio de una videograbación, varios docentes de la escuela Secundaria Federal número 5, dieron cuenta cuando eran despedidos por otro docente de la CNTE, por no acudir a las marchas.

 Autoridades de la SEP, se jactan de despedir al profesorado que acumula más de 3 faltas consecutivas, sin embargo nada de ello es cierto. Este día uno de los subsecretarios dijo que apenas se habían iniciado los procedimientos de los despidos. Total que no se ponen de acuerdo. Mientras tanto, la CNTE continúa con su loca lucha de molestar a la sociedad civil, así como a comerciantes y empresarios, con sus cierres de carreteras y bloqueos a centros comerciales, impidiendo el flujo comercial en las zonas más depauperadas de México. Por supuesto, no han regresado a dar clases.

 Se habla ya de miles de millones de pesos en pérdidas económicas y financieras por las actitudes agresivas y delincuenciales de los docentes, por la supuesta resistencia en contra de las reformas en materia educativa. Sin embargo hasta ahora quien ha perdido de todas, todas, es la sociedad de los estados más afectados, entiéndase Oaxaca, Chiapas, Guerrero y Michoacán; y empresas ligadas con el comercio de esos estados.

 Han colmado a la clase empresarial, quien pidió inútilmente el apoyo del gobierno federal y nada ha hecho. La misma sociedad de esos lugares está harta de tanta violencia, a gritos piden el apoyo de las autoridades estatales y federales y ninguna responde. Padres de familia se empiezan a confrontar con los profesores faltistas, quienes además de no dar clases, cínicamente les piden cooperación para sostener su inconsciente lucha magisterial; a grado tal que se observan visos de violencia ¡Y no hay quien ponga orden!

En vísperas del Cuarto Informe de gobierno federal, es casi una exigencia generalizada, pidiendo al Presidente de la República, haga ajustes en su gabinete, dado los magros resultados en sus funciones. El mismo Presidente ni afirmó ni negó los cambios. Precisamente en este mes de agosto, 27 para ser exactos –del año pasado- se cumplió un año de aquel maquillado ajuste en su gabinete, en donde solo cambiaron de puesto la mayoría de ellos; excepción de Emilio Chuayfet, quien desapareció de la escena política. 

Ahora vuelve la euforia popular, se piden las cabezas del Secretario de Hacienda, el de Gobernación y otros más. Algunos se apuntan para los enroques, como José Calzada y el mismo Mariano Palacios, quien ha dejado la Embajada del Vaticano, por lo cual muchos esperan su asunción, una vez más, al gabinete presidencial. Y en la dinámica de la especulación, así como de los leales a esos políticos que los impulsan por medio del periodismo, para los ansiados ajustes, se habla de otros tantos. El Presidente ha dejado abierta la posibilidad de los cambios.

Lo cierto que varios secretarios no le han ayudado al Presidente de la República, estarían literalmente reprobados por incapacidad. Y para el año próximo habrá una de las elecciones más interesantes, la del Estado de México. Se afirma que, de perderse ese “tesoro electoral”, se estaría anticipando la derrota presidencial del 2018. Por eso la urgencia de apretar y exigir más y mejores resultados en todas la carteras del gabinete del Presidente Peña.

Con los desatinos que hemos precisado, el alza de los homicidios, el escuálido crecimiento económico, el alza de los energéticos, la creciente inseguridad, la iglesia irreverente, los bajos salarios, la pérdida del poder adquisitivo, la corrupción, los “aristegazos”, la depreciación del peso, los desmanes de la CNTE, la pobreza que no se cede y demás problemas; se hace necesario un verdadero ajuste en el gabinete para cerrar fuerte los dos últimos años del gobierno de Enrique Peña Nieto, quien ha perdido popularidad a raudales. Urge mejorar las condiciones del pueblo de México. De lo contrario, no habrá poder humano que haga triunfar al PRI en las elecciones del 2018.

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