El Presidente Electo de Estados Unidos, Donald Trump, confirmó su intención de declarar una emergencia nacional para utilizar elementos militares en una campaña de deportación masiva de migrantes indocumentados.
El equipo de Trump ha desarrollado un plan para aumentar significativamente el número de deportaciones sin necesidad de nueva legislación.
Este plan incluye el uso de fondos militares para construir instalaciones de retención y acelerar las deportaciones. Stephen Miller, principal asesor de Trump en política de inmigración, mencionó que el Departamento de Seguridad Nacional gestionaría estas instalaciones.
Uno de los principales retos es la falta de espacio en el Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE) para retener a un mayor número de detenidos. El equipo de Trump planea utilizar campamentos para acelerar las deportaciones y restringir la recepción de solicitudes de asilo mediante un poder de emergencia de salud pública.
Además, se contempla la reasignación de agentes de la ley y el uso de la Guardia Nacional para reforzar las filas de ICE. También incluye dejar de expedir documentos de ciudadanía a bebés nacidos en suelo nacional de padres inmigrantes indocumentados, en un intento de acabar con la ciudadanía por derecho de nacimiento.
Trump ha mostrado su intención de cumplir sus promesas con las designaciones del personal de su próximo gobierno, incluyendo a Thomas Homan como “zar fronterizo”.