Un nuevo método transforma desechos industriales en cemento

Un grupo del Centro de Investigación en Materiales Cerámicos y Compuestos (CICECO, Centro de Investigação em Materiais Cerâmicos e Compósitos) de la Universidad de Aveiro, en Portugal, ha elaborado un nuevo tipo de cemento a base de desechos industriales. Este nuevo sistema, que por ahora se ha probado solo de forma experimental, necesita menos energía y utiliza exclusivamente residuos, de manera que su implementación reduciría el impacto medioambiental de la industria del cemento.

 Los desechos industriales empleados en este estudio proceden de una fábrica local de pasta de celulosa y papel. Para el desarrollo de la investigación, los científicos partieron de tres desechos: lodo calcáreo, lodo biológico y cenizas volantes, que son generados en el circuito de recuperación química en la estación de tratamiento de aguas residuales y en la central termoeléctrica de la fábrica. Los cementos que produjeron son de dos tipos: cemento Portland o cemento comercial y cemento belítico o cemento de baja energía.

 Al comparar el cemento Portland producido por este nuevo método con el cemento convencional que produce la industria en la actualidad, los investigadores han comprobado que “posee las mismas características de durabilidad y propiedades físicas, pero con una ventaja muy significativa, la reducción de la temperatura máxima de cocción”, explica en declaraciones a DiCYT Leire Hernando Buruberri, investigadora española que forma parte de este grupo, liderado por João Labrincha.

 La industria utiliza una temperatura de 1.450 grados centígrados, mientras que para este nuevo cemento es suficiente con llegar a los 1.390, una reducción que se traduce en un ahorro energético significativo. De esta manera, “disminuye considerablemente la factura eléctrica de este sector y se reduce su impacto ambiental”.

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