Universitarios construyen nuevo patrimonio cultural y artístico para la UAQ

La Universidad Autónoma de Querétaro (UAQ),  a través de la Dirección de Difusión Cultural, inauguró dos obras artísticas de gran envergadura: la “Esfinge Sayuri”,  escultura monumental de cantera; así como “Yo borrador”, propuesta plástica. En ambos casos participaron estudiantes y egresados de la Facultad de Bellas Artes (FBA), con el objetivo de acrecentar el patrimonio cultural y artístico de la Casa de Estudios.

En la ceremonia de inauguración, el rector de la UAQ, Dr. Gilberto Herrera Ruiz, señaló la importancia de brindar confianza y oportunidades para que los alumnos generen y se involucren en proyectos creativos en los que, además de adquirir experiencias prácticas que enriquecen su formación profesional, contribuyen a incrementar el acervo de su institución.

“El patrimonio cultural de la UAQ debe ser el reflejo de lo que los egresados y estudiantes saben hacer. Estas obras son parte de una serie de trabajos que seguirán realizando nuestros jóvenes y profesores”, subrayó.

La “Esfinge Sayuri” es una idea que concibió el Mtro. Gerardo Esquivel, artista queretano que elaboró los trazos en papel de dicha representación; posteriormente, fue trabajada en una piedra de casi cinco toneladas por el artesano canterero Isidro Saldaña, quien tuvo el apoyo de la Mtra. María del Socorro López Salas, docente de la FBA y de un grupo de estudiantes de la licenciatura en Artes Plásticas: Ana Cristina Ruiz Gómez, Guadalupe Olguín González, Blanca Alejandrina Ledesma Sánchez y Omar Chávez Espinosa.

Esta escultura se encuentra frente al edificio de la Biblioteca Central de la UAQ, espacio que el Mtro. Esquivel considera propicio para que la comunidad universitaria pueda contemplarla y convivir con ella.

Por otra parte, “Yo borrador” es una pieza plástica del egresado de la FBA – Mario Torres- y está inspirada en la frase “de los errores se aprende”.

El joven detalló que previamente realizó una intervención con alumnos de diferentes facultades y campus de la Universidad, a quienes entregó un borrador para que lo desgastaran y manipularan pensando en los errores que han tenido y cómo han aprendido de ellos.

La pieza consta de dos mil gomas de borrar, colocadas en cuatro bastidores de 1.22 por 2.22 metros -500 gomas por cuadro-. Están montados en el vestíbulo de la Biblioteca Central de la UAQ.

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