“Camacho: el ´pitoniso´”. Jesús Roldán Acosta

“Frecuencias”.

Aún no se cumple el 75% de la campaña electoral y el candidato del PRD que pretende ser gobernador por Querétaro, Adolfo Camacho Esquivel ha sabido aprovechar negativamente sus “10 minutos de fama”, denostando con cierta intensidad al representante panista “Pancho” Domínguez Servién, sirviéndole, en consecuencia, de “patiño” a Roberto Loyola Vera.

Ello ha cobrado forma, gracias a su comparecencia en los dos Debates oficiales, el primero de los cuáles fue organizado por la Fecapeq y el segundo por el INE, en el Club de Industriales de Querétaro, últimamente en el recorrido y presencia itinerante celebrado en algunas instituciones educativas, como fueron las del ITESM y en la Universidad del Valle de México (UVM), donde los interesados a contender por la gubernatura son su “socio político”, Roberto Loyola (PRI); Francisco (“Pancho”) Domínguez Servién (PAN), Celia Maya García (Morena) y Salvador Solís (Movimiento Ciudadano).

Los recurrentes comentarios externados por Adolfo Camacho Esquivel han sido desproporcionados y fuera de la cordura política, aunado a que en días recientes ha sabido capitalizar el juego de algunos sectores de la prensa que se ha prestado a esas prácticas de encono verbal y que dan muestra de que Camacho Esquivel ya no cuenta con propuestas medulares.

Su postura mediática es la de un clásico “golpeador”, que ha gritado a “los cuatro vientos” que Domínguez Servién “ya perdió la elección”; se siente pues el “Nostradamus” de la política queretana.

Ha perdido la brújula y el olfato del acontecer cotidiano de la política, le están fallando sus sensores de la ´inteligenzia´; es más presume que en su partido político, “ya somos la segunda fuerza política estatal”.

En síntesis, su aparato ideológico e informativo no le responde sensiblemente de lo que verdaderamente ocurre, así como de las tendencias que día a día cambian en la preferencia del electorado.

Vaya que con esas actitudes similares a las de un “pitoniso”,  Camacho Esquivel podría superar a las del común futbolista argentino, que cuando llega a nuestros lares piensa y así actúa como que conquistará el mercado del futbol mexicano, desde luego que muchos de los dueños de equipos del balompié en nuestro país les hacen segunda. Pues bien, Camacho Esquivel le podría quedar muy bien la frase siguiente: “al futbolista argentino cómpralo por la mitad de lo que dice que es y véndelo por lo doble que realmente es”.

Esa misma paráfrasis es válida para el ´sobradito´ de Camacho Esquivel, lástima que a éste, hasta hace unas cuantas semanas pocos le conocían, salvo algunas de las conocidas “tribus” del PRD estatal, así como en los pasillos de la actual Legislatura local, donde cobraba como Contralor, en ese carácter se relacionaba con cuanto presidente de Mesa Directiva (en su mayoría del PRI).

Nos preguntamos, ¿qué cuentas le rendirá al partido del Sol Azteca después de celebradas las elecciones del próximo 7 de junio?

Con el cargado y por demás pérfido juego de ´guerra sucia´, que se hace acompañar de una serie de conceptualizaciones verbales en contra de “Pancho” Domínguez, lo único que Camacho Esquivel propicia es generar reacciones desfavorables a sus propios objetivos políticos; esa práctica negativa forma parte de la maquinada y añeja manipulación que se replica en todas las campañas electorales y por el contrario, no fomenta significativas propuestas de valor, que abonen positivamente a su campaña, ni mucho menos a la organización política que dice representar.

En general la estrategia que de manera cuasi “porril” ha estado asumiendo Adolfo Camacho Esquivel en contra del candidato panista, efímeramente le abonará algunos cuantos puntos a su favor, sobre todo para aquellos a los que les agrada lo pintoresco, lo grotesco y que desean escuchar los ruidos de los tambores de “guerra sucia”; el encono no abona a un camino terso y armónico de nuestra sociedad, que está deseosa de vivir en paz y no quieren que le echen más leña al fogón.

Semanas posteriores a las elecciones descritas se dará una amplia y efectiva recomposición interna de las diversas fuerzas políticas (“tribus”) imperantes en el PRD; resultado de ello, al hacer un serio y profundo análisis introspectivo probablemente tomarán rumbos diferentes, de reacomodos institucionales: Cuando suceden las derrotas electorales es lo que regularmente hacen las cúpulas y bases de militantes de los partidos políticos, de lo contrario, iniciarían las desbandadas internas. ¡Al Tiempo!

¿Le habrán llegado a buen precio financiero y de privilegiadas posiciones político-gubernamentales a Camacho Esquivel?

Ya que de la “ideología” partidista no comen las personas.

Correo: jroldanacosta@hotmail.com Twitter:@Jroldana

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