“Morosidad y discresionalidad’ del gobierno federal”

 Así es como se ha caracterizado el comportamiento y desarrollo del actual gobierno federal encabezado por Enrique Peña Nieto que, de manera dolosa y pareciese que también con alevosía y mucha ventaja, actúa en contra de la enorme cantidad de proveedores, ya que o no les pagan por las obras públicas ya construidas, así como por los servicios suministrados, o bien, cuando les retribuyen lo debidamente comprometido, son muy tardados los trámites y consecuente pago por concepto de obras públicas ya ejecutadas y concluidas al 100%, como han sido los casos de morosidad que han afectado al Grupo de Ingenieros Civiles Asociados (ICA) por las siguientes obras de infraestructura: Centro de Convenciones ubicado en Los Cabos; autopista Nuevo Necaxa-Tihuatlán; Túnel Emisor Oriente; carretera Querétaro-Irapuato; Presa de la Yesca; Centro de Readaptación Social de Nayarit; Hospital General de la Paz y de otras tantas más.
Por el contrario, sí le pagan en tiempo y forma a la empresa constructora de Grupo Higa, la misma que es encabezada por el “amigo incómodo” de Peña Nieto, el empresario Juan Hinojosa, que no sólo se enriqueció (suponemos que éste les compensó con creces a quienes le “favorecieron con las asignaciones de obras públicas) enorme y vertiginosamente, gracias a la innumerable cantidad de obras públicas asignadas y ejecutadas en el período de gobierno estatal de Enrique Peña Nieto, en el Estado de México;sino también por las “Convocatorias públicas” asignadas -en lo que va del presente sexenio de gobierno del presidente Enrique Peña Nieto- y atribuidas de manera ventajosa a la empresa del Grupo Higa.
Recordemos que Grupo Higa construyó a precios “módicos” la espaciosa “Casa Blanca” a la esposa de Peña Nieto ubicada en la lujosa comunidad de Las Lomas, en el Distrito Federal,así como la casa de campo del actual secretario de Hacienda y Crédito Público, Luis Videgaray, en el tranquilo y fastuoso sitio de Malinalco, Estado de México.
Ahora bien, otro caso de la morosidad del “No pago” replicado a nivel estatal ocurrió en el estado de Querétaro, durante la pasada administración gubernamental de José Eduardo Calzada Rovirosa quien asumió el compromiso oficial ante el Grupo ICA en pagarles al concluir las obras de construcción del “Acueducto Querétaro II”; ante el transcurso del tiempo convenido para el pago correspondiente, ICA no tuvo más remedio que demandar al gobierno del Estado de Querétaro por “Incumplimiento de pago” por una cuantiosa suma que asciende a los 1 mil millones de pesos; al parecer, Calzada Rovirosa se apoyó en el bufete jurídico de su amigo, encabezado por el abogado Diego Fernández de Cevallos. Los servicios legales para paliar y disminuir  los efectos jurídicos-financieros se aproximan a los 25 millones de pesos.
Ese “chistecito” le fue heredado a la administración del actual gobernador Francisco Domínguez Servién.
Nos preguntamos, si el gobierno federal sí cuenta con recursos financieros “frescos”, luego entonces, ¿porqué no los pone en circulación?
Ese tipo de negligencias federales propician el recrudecimiento del ciclo vicioso de la deuda pública, así como del no fomentar empleos (aunque sean temporales) por las obras de construcción que ya no se han podido realizar.
Lo antes expuesto se contrapone con la lógica recaudatoria fiscal, ya que se está recaudando mucho y la obra pública está detenida en muchas partes del territorio mexicano y son pocas las empresas las que se benefician del oportuno pago federal.
Mientras en México la vida política (y económica) transcurre perdiéndose en medio de agrias y farragosas polémicas, aunado al debilitamiento de la economía que se acompaña de una escasa generación de fuentes de empleos. Con la consabida inquietud de   de los inversionistas acerca de cómo se perciben los menguados avances y rezagos en cuanto a las obras de infraestructura pública, y de su alcance y beneficio colectivo.
Desafortunadamente en este país aún está latente la desigualdad socio-económica, donde la pobreza y el hambre se extienden más allá de lo que se acepta en reportes “oficiales”; y que para acabarla, la riqueza se concentra en unas cuantas manos.
@Jroldana

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