“Frecuencias”.
Al municipio de Colón se le conoce por sus festividades religiosas, por su deliciosa gastronomía tradicional, por sus artesanías y sobre todo, por ser un sitio apacible y por contar con una población hospitalaria.
A los amantes de la tranquilidad campestre y rústica les recomendamos ir un fin de semana y recorrer las calles de la cabecera municipal, además de realizar una visita a la Iglesia del “Soriano”. Además de comprar el rico pan artesanal que cuatro de ese tipo de expendios lo preparan.
Para hospedarse, es recomendable hacerlo en el “Centro Ecoturístico Hacienda la Salitrera”, administrado por una pequeña Sociedad Ejidal, ésta se ubica en la comunidad de “La Salitrera”, cerca de la “Presa de la Soledad”, a unos cuantos minutos de la cabecera municipal.
En ese lugar el visitante encontrará un espacio impregnado de añejas leyendas fantasmales, lo cual incita a cierto morbo para las personas creyentes de ese tipo de hechos.
La atención de su escaso personal es muy cordial y los alimentos aunque frugales son limpios y de buen sabor. Las habitaciones son limpias y amplias, de finos muebles de madera propia de la región.
A un costado de la Hacienda “La Salitrera” se encuentra una pequeña y colorida iglesia católica, misma que ofrece misa el domingo por la mañana; el repique discreto de su campana llama a los feligreses y despierta candorosamente nuestro sueño y tiempo de dormir campirano. Des es manera el vaivén y el tañir de la campana nos invita a levantarnos, tomar una ducha y bajar a desayunar, acompañándonos de una espumeante taza de café y del pan de esa localidad.
Colón se creó el primero de julio de 1923 y su cabecera municipal del mismo nombre, se fundó en el año de 1531. Por ese entonces, los indígenas Jonaces-Chichimecas habitaban la región y fueron evangelizados por los españoles Frailes Dominicos.
Población religiosa.
Destaca el Santuario de “Nuestra Señora de los Dolores de Soriano”, de estilo Neoclásico construida a finales del Siglo XVII.
De hecho, señalan algunos historiadores, que ese templo católico se utilizó para que los frailes Dominicos evangelizaran a los indígenas Jonaces-Chichimecas.
Otro lugar religioso obligado a visitar también es el templo de San Francisco, localizado en la cabecera municipal.
Atractivos turísticos.
Si usted es amante del deporte extremo, encontrará un sitio ideal para escalar y hacer descensos. Entonces, le conviene ir a la “Barranca de los Pilones” (o cañón de piedras), ubicada en la comunidad de Ejido Patria a 28 kilómetros de la cabecera municipal, rumbo al Pinal del Zamorano, a una hora con 15 minutos de camino.
Para los que se interesan por la pesca deportiva y del campismo pueden dirigirse a la Presa de “La Soledad”, localizada en la comunidad de “La Salitrera”, se llega por la carretera Colón-Tolimán a 12 kilómetros de la cabecera municipal. Ahí podrá comer pescado frito recién sacado de la presa y de platillos frescos a base de mariscos y pescados.
En Colón puede comprar diversas prendas tejidas de lana: ruanas, rebozos, sarapes, tapetes, tapices, capas. Aún existen talleres familiares en los que se puede conocer el proceso de elaboración de esas prendas, similar al conocido de la “Aurora”, en pleno centro del pueblo de Bernal, en la demarcación de Ezequiel Montes.
Gastronomía típica.
La cocina típica es la barbacoa de maguey, nopales en penca, gorditas de maíz, enchiladas de queso, pescado frito, carnitas de cerdo, ceviche de pescado, sopa de alfalfa, vinos de frutas, etcétera.
Ahora bien, si a usted le gustan los dulces, ahí se elaboran de manera tradicional los jamoncillos de leche, charamuscas, ate de membrillo y de manzana, pinole y burros de maíz prieto, dulces de biznaga, de chilacayote, frutas cristalizadas, calabazate, dulces de guamichixi y de tamarindo.
Por último, en la comunidad de La Esperanza, se fabrican utensilios de cerámica de gran calidad. Sus piezas gozan del reconocimiento nacional y regional por su colorido y diseño, como son: vajillas, vasijas, vasos, jarrones, cazuelas, entre otros más.
Twitter:@Jroldana
