Para evitar correr riesgos innecesarios en la salud de niñas, niños y jóvenes en las aulas, la rectora
de la Universidad Autónoma de Querétaro (UAQ), Teresa García Gasca, propuso postergar el regreso a clases presenciales en Querétaro hasta dentro de uno o 2 meses, cuando el pico de la tercera ola de la pandemia descienda.
Presentó una lista de propuestas para el regreso a clases presenciales en la entidad, con el argumento de no correr riesgos innecesarios en las aulas, afirmó.
“Hay riesgos que sí podemos tomar y otros que no, mientras está en juego la salud de niñas y niños y jóvenes no podemos tomar riesgo y no debería estar en discusión”, señaló.
La rectora refirió que durante este periodo de uno a dos meses dará tiempo a autoridades y sociedad en general de mejorar los procesos del regreso.
Además, la rectora propuso que mientras este pico desciende se pueden establecer estrategias lúdicas en casa, mejorar los protocolos de reincorporación a clases presenciales, completar al 100 por ciento la vacunación de las personas de 18 años o más con al menos una dosis, mejorar los criterios de semáforos y escenarios, valorar la inclusión de campañas de salud para mejorar la salud y protección con el fin de evitar contagios, así como integrar las pruebas de anticuerpos específicos a efecto de identificar el nivel de exposición al virus Sars Cov 2 como medida de monitoreo.
“En este momento mi llamado a las autoridades educativas y de salud a que detengamos el regreso a clases, esperar uno o dos meses, que no nos va afectar, sino que nos va a ayudar a reforzar medidas y que el pico esté de bajada y, sobre todo, estar más fuertes para tomar medidas correspondientes”, afirmó.
La rectora reconoció que las niñas y niños, así como jóvenes, han estado aislados, lo cual les ha afectado en el desarrollo educativo, académico y emocional, no obstante, pese a ello, manifestó que no debería iniciar el regreso presencial a las aulas ya que los pone en riesgo de contagios, en un escenario en que la variante Delta prioriza el contagio a este grupo de edad.
También, reconoció que la pandemia ha incrementado la brecha digital, dificultades con la modalidad virtual, daños a la salud mental y en ocasiones no existe un transporte seguro en materia sanitaria. Estos elementos y los anteriores, expresó hacen importante el regreso presencial a las aulas, pero no en el pico de la tercera ola de la pandemia.
Además de que cuestionó la implementación del Escenario B, cuando no tiene mayores medidas restrictiva y, por otro lado, que en México aún no se autoriza vacunar a menores de 17 años y todavía está en proceso la inmunización al grupo de 18 a 29 años de edad.
Mencionó que, en Querétaro, el 69 por ciento de la población tiene 18 años o más, es decir 1.6 millones de personas y el 64 por ciento de la población de 18 años o más tiene al menos una dosis de la vacuna, es decir, 1 millón.
Agregó que Querétaro pasó del lugar 14 al 11 de casos activos a la COVID-19 por cada 100 mil habitantes, a nivel nacional, lo cual demuestra, indicó, que no se están tomando acciones a nivel estatal que controlen el aumento de contagios.
Julio, dijo, cerró con 6 mil casos positivos, mientras que en agosto la cifra alcanza los 2 mil; y refirió que incrementó en 3.3 por ciento la ocupación de camas generales.
En el semáforo epidémico de la UAQ, el estado de Querétaro pasó de 8 a 11 municipios en color rojo, el resto se encuentran en naranja.
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