TRAS LA VERDAD
Sería bueno que la mayoría de las y los candidatos dieras a conocer los nombres de las personas que los acompañarían en sus gobiernos o como asesores. No podemos cerrar los ojos ante la realidad, esas y esos aspirantes a gobernar no tienen idea de lo que harán el día de mañana cuando estén en el ejercicio del cargo.
Los medios de comunicación dan cuenta de la serie de “ocurrencias” de los o las candidatas, cuando ofrecen realizar esta o aquella acción una vez que obtengan el triunfo. Dan pena ajena dirían. Y no se escapa ningún partido político, todos incurrieron en lo mismo, seleccionaron de todo.
Por supuesto que también encontramos candidatas y candidatos mucho más hechos, que saben lo que proponen y lo que harán el día de mañana cuando arriben al ejercicio del poder; sea este en el municipio, en la legislatura o en el gobierno del Estado. Por eso sería bueno que dieran a conocer algunos nombres como probables responsables de carteras en gobierno o bien como asesores legislativos.
Bien sabemos aquellos que hemos tenido la oportunidad de conocer de cerca a muchos de los servidores públicos que han acompañado a varios gobernadores, que son pieza fundamental muchos de ellos en el buen ejercicio de un buen gobierno o por el contrario, el mal funcionamiento de alguna de las áreas de operación. Hemos visto y vivido de cerca la remoción de servidores públicos cuando no han sido eficientes en el desempeño de la responsabilidad que les asignan.
Un buen o mal gobierno no solo es por el gobernador en turno, se debe también al buen equipo de trabajo que selecciona el responsable de conducir los destinos de un municipio o del Estado. En las legislaturas resulta lo mismo. Muchas y muchos legisladores son de simple ocurrencia, otros copian lo que han hecho en otros lugares, unos más adolecen de “diarrea” legislativa y promueven cualquier ocurrencia; lo vemos constantemente en el quehacer legislativo.
Por eso sería bueno que las y los candidatos “presumieran” quiénes podrían ser sus acompañantes en caso de obtener el triunfo en las urnas de la democracia, toda vez que esas y esos que hoy andan en campaña ofrecen solucionar los problemas que nadie ha podido resolver desde que México logró su independencia, como es el caso de la pobreza; o de los salarios remuneradores, o la desaparición por “decreto” de la delincuencia”; o la proscripción de la corrupción; en fin, ofrecen llevarnos al país de las maravillas. Y todo por la extrema ignorancia de las y los candidatos que se atreven a ofrecer aquello que no cumplirán.
Por eso sería bueno que estas y estos dechados de virtudes le dijeran al electorado quiénes podrán ser sus asesores o solidarios profesionales que les ayudarán a cumplir los objetivos de los ofrecimientos que hoy hacen al electorado y convencerlos de que voten por sus atrevidas propuestas, aunque muchas de ellas no sean de su competencia; tal vez esos nombres les ayude a ganar la elección, hoy la tienen perdida.
