Con estaciones en San Juan del Río y Querétaro, el megaproyecto ferroviario promete reducir traslados, impulsar la economía y proteger el medio ambiente.
La transformación del sistema ferroviario nacional ha dado un paso significativo con el inicio formal de la construcción del Tren de Pasajeros México–Querétaro, una obra emblemática del gobierno de Claudia Sheinbaum que combina modernización, desarrollo social y sostenibilidad. Coordinado por la Secretaría de la Defensa Nacional (SEDENA), el proyecto ya avanza con más de 1,600 trabajadores distribuidos en 10 frentes de obra.
La transformación del sistema ferroviario nacional ha dado un paso significativo con el inicio formal de la construcción del Tren de Pasajeros México–Querétaro, una obra emblemática del gobierno de Claudia Sheinbaum que combina modernización, desarrollo social y sostenibilidad. Coordinado por la Secretaría de la Defensa Nacional (SEDENA), el proyecto ya avanza con más de 1,600 trabajadores distribuidos en 10 frentes de obra.
En su conferencia matutina, la presidenta Sheinbaum reiteró que este tren busca reducir hasta en un 40% los tiempos de traslado entre Ciudad de México y Querétaro, mejorar la movilidad interurbana e incentivar la economía regional. Con una extensión de 226 kilómetros de doble vía para trenes diésel-eléctricos, la ruta contempla cuatro estaciones (Huehuetoca, Tula de Allende, San Juan del Río y Querétaro) y dos paraderos estratégicos (Praderas del Potrero y el Aeropuerto Intercontinental de Querétaro).
No obstante, según el comandante del Agrupamiento de Ingenieros Militares Felipe Ángeles, Gustavo Vallejo, las ubicaciones de estas estaciones podrían modificarse conforme se analicen los estudios técnicos y de demanda.
Desde el enfoque social, este proyecto no sólo representa una solución a la saturación de autopistas y al uso excesivo del automóvil, sino una herramienta de integración regional que beneficiará directamente a las comunidades aledañas. Se prevé la generación de más de 250 mil empleos directos y el rescate ambiental de flora y fauna, con más de 6,473 especies vegetales y 2,430 animales protegidos durante la ejecución de las obras.
En materia ambiental, la Manifestación de Impacto Ambiental está por resolverse este 23 de mayo, lo cual permitirá definir los trazos finales. Además, la prospección arqueológica ya alcanza un 75% de avance, garantizando la preservación del patrimonio cultural.
Como parte de la expansión hacia el Bajío, se publicó el pasado 19 de mayo la licitación del tramo Apaseo el Grande–Querétaro, el cual forma parte del futuro tren Querétaro–Irapuato. El fallo se espera para la cuarta semana de julio de 2025.