Familias de Mompaní exigen freno a bares irregulares: “Queremos seguridad”

En Mompaní, una comunidad tradicional al norte de la capital queretana, la tranquilidad vecinal ha sido sustituida por la preocupación ante la proliferación de bares con presuntas irregularidades. Habitantes denuncian que estos giros han desatado conflictos, inseguridad y han alterado el ambiente familiar que por años caracterizó a la colonia.

“Sí queremos un Mompaní con cultura, jóvenes emprendedores y espacios dignos, pero eso no se puede lograr si no hay orden”, señala Angélica Morales, promotora cultural y madre de familia. “El primer paso es poner reglas claras y hacerlas valer”.

Vecinas y vecinos coinciden: mientras más comercios sin control se instalen, más difícil será hablar de desarrollo o bienestar comunitario. Para muchos, el crecimiento de negocios con actividades “sospechosas” ha traído consigo peleas, miedo y un deterioro en la calidad de vida.

“Antes salíamos con tranquilidad, ahora hay miedo. Los jóvenes tienen ideas, las madres queremos seguridad para nuestros hijos, pero no se puede construir si el desorden manda”, lamenta José Antonio Camargo, residente desde hace más de 20 años.

La petición no es clausurar por clausurar. La comunidad demanda una estrategia que combine legalidad, vigilancia constante y una visión de desarrollo social incluyente.

“Mompani puede ser un modelo de economía comunitaria si se impulsa lo formal, lo cultural y lo colectivo”, explica don Rubén, comerciante local. “Pero no podemos competir con quienes operan fuera de la ley”.

Los habitantes hacen un llamado urgente a las autoridades municipales: regular y supervisar los giros comerciales, atender las demandas vecinales y activar programas que devuelvan la seguridad y la vida en comunidad.

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