Los divorcios en México aumentaron 22.8 por ciento entre 2011 y 2013. La mayoría son solicitados por las mujeres, pero prevalece el mutuo consentimiento como la causa principal.
Los datos más recientes del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) revelan, además, que los mayores motivos para que las esposas pidan la separación de sus parejas, son por violencia intrafamiliar, agresión física y psicológica con crueldad, amenazas o injurias, así como negativa a contribuir voluntariamente o por sentencia del juez familiar al sostenimiento del hogar.
De un total de casos registrados en 2010, el porcentaje por sector de edad que sufrieron violencia familiar fueron 3% adultos mayores, 5% adolescentes, 6% niños, 26% jóvenes y 60% adultos.
Así mismo la Secretaría de Salud para 2010 mencionó que las entidades de la República mexicana en las que se registró el mayor número de casos probables de violencia intrafamiliar fueron: Guanajuato, Michoacán, Querétaro, Chihuahua, México, Jalisco y Tabasco.
De acuerdo con la Encuesta Nacional sobre la Dinámica de las Relaciones en los Hogares (ENDIREH, 2011), en Querétaro un 24% de mujeres de 15 años y más reportó haber vivido incidentes de violencia por parte de su pareja (casadas o en unión libre). La violencia emocional con un 24.1%, económica 16.9%, física 3.7% y sexual en un 2.3%.
La violencia en cualquiera de sus modalidades puede en muchos casos acumular frustración en quienes la sufren, llevando a las víctimas a convertirse en victimarios y generando ciclos de violencia. Al ser las mujeres las principales receptoras del maltrato, de no recibir apoyo profesional, podrían ellas a su vez ejercer violencia sobre sus hijos, haciendo del hogar un lugar peligroso para muchos de sus integrantes.
La violencia intrafamiliar se ha convertido en causal de divorcio, más es importante reiterar que quienes han sido víctimas de maltrato en cualquiera de sus modalidades, deben recibir apoyo psicológico y con ello detener la cadena de violencia, por ejemplo: utilizar a los hijos como un medio para hacer daño a la ex pareja.
LA ALIENACIÓN PARENTAL
La alienación parental es un síndrome que se da exclusivamente en niños y niñas, este síndrome consiste en el cambio repentino de pensamiento o actuar del niño/a hacía uno de sus padres, es común que se presente ante la situación de padres divorciados, ya que usualmente es provocado en los menores de manera intencional o inconscientemente por alguno de los progenitores a partir de la repetición de enunciados negativos e introducir pensamientos propios a la consciencia del niño, de esta forma es que se puede modificar en el hijo/a la percepción que tiene sobre alguno de sus progenitores.
Es común ver este tipo de casos en donde de un momento a otro el niño/a ya no quiere convivir o agrede a alguna de las dos partes, pues los padres cuando acaban en malos términos suelen “ocupar” a los hijos para seguir “dañando” o “molestando” a la ex pareja, dejando a un lado los verdaderos sentimientos del menor, o las consecuencias que estos hechos puedan dejar en el niño/a como lo son el enojo, tristeza, culpa y angustia.
Por ello es importante brindar un espacio de escucha y acompañamiento a los menores víctimas del divorcio de sus padres en donde puedan aprender a manejar está perdida.
