SE DESATARON LOS DEMONIOS ELECTORALES

TRAS LA VERDAD

Ahora que se abrieron registros de precandidatos para los aspirantes de partidos políticos, propiamente dieron inicio las campañas. La mayoría de aquellos que se han registrado van solos y a pesar de ello la presencia mediática arrecia sin control, a pesar de los candados legales.

La ley es clara en su redacción al referir que los procesos de precampaña son hacia el interior de la militancia y no hacia la sociedad en general. Y por si no fuera suficiente la comprensión de la redacción de la norma, existe jurisprudencia que amplía la redacción para que no quede duda y se eviten actos anticipados de pre o campañas político electorales; con la advertencia de perder la posibilidad del registro en caso de incumplimiento.

Ahora que está de moda el concepto de “conflicto de intereses”, estamos en presencia del ejercicio de la libertad de imprenta que ejercen los medios de comunicación, quienes entrevistan y difunden el contenido de las entrevistas; derecho constitucional que se enfrenta al impedimento legal de los aspirantes; y el derecho de libre expresión de las ideas, derecho que es normado por leyes secundarias en estos casos de excepción ¿Cuál es la solución para conciliar estos derechos?

Muy sencillo, el reportero ejerce su derecho y el aspirante cumple la norma de la abstención para no violentar la Ley Electoral. Así se respetan ambos derechos, el constitucional y la norma secundaria. Por supuesto que los medios de comunicación cumplen una función fundamental, la de informar a la población, estos no violentan las normas; más bien ejercen una facultad constitucional. El problema es para los aspirantes a cargos de elección popular.

Así los escuchamos en medios electrónicos y los leemos en los impresos. Los más precavidos se han alejado de los micrófonos, ya habrá tiempo de salir a la competencia electoral tanto interna como externa. Lo raro que el IEEQ no se pronuncia -al menos- con una advertencia, aunque sea sabido y conocido por los aspirantes y partidos políticos, para que no se vean sorprendidos el día de mañana. Y es que el mismo Gobernador José Calzada lo comentó en su momento, cuando afirmó que se deben respetar las normas del proceso electoral.

Y ante la falta de actuación de la Institución responsable de conducir el proceso, los aspirantes más nerviosos y abusivos, pretenden llevar la delantera; lo que a su vez es tomado por los tranquilos y responsables como tibieza del IEEQ, por no poner orden, con la pretensión de hacer lo mismo ante la pasividad de aquellos. La prudencia y respeto a la normatividad es lo más aconsejable. Bueno hasta un acuerdo firmaron los dirigentes partidistas ante el Rector de la UAQ para obligarse a respetar la ley; y ni así.

 En fin, los demonios electorales andan sueltos, con el riesgo de hacer caer en el “pecado electoral” y más de alguno podría ser sancionado con la pena capital: la negativa del registro.

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